Sus muros defensivos son una expresión de la relevancia económica y estratégica de la ciudad de Almería durante la Edad Media. En el curso de las excavaciones arqueológicas en esta área monumental, concretamente, en el área palatina denominada segundo recinto, se encontraron varios restos de cerámica vidriada. Ahora investigadores del Centro Nacional de Aceleradores, la Universidad de Sevilla y la Universidad Complutense de Madrid los han analizado.
Estas cerámicas incorporan algunos de los procedimientos decorativos más típicos empleados en al-Ándalus
Estos restos se datan entre los siglos X y XV y corresponden a pequeños fragmentos sobre los que se pueden identificar diferentes técnicas decorativas que representan algunos de los tipos más característicos islámicos y de principios de época moderna desde el siglo X hasta el siglo XV, incluyendo ejemplos del período taifa, almohade y nazarí e importaciones del área cristiana.
El interés del estudio de esmaltes cerámicos de la Edad Media en la península ibérica reside en el hecho de que la información que se obtiene sobre las pastas, el esmalte, las materias primas, los métodos de fabricación, las temperaturas de cocción, las habilidades tecnológicas logradas, etc., permite clasificar, fechar e incluso determinar la procedencia de los objetos de cerámica.
El objetivo de este trabajo ha sido el de caracterizar mediante técnicas de análisis no destructivas el conjunto de estos diferentes estilos de cerámica localizados en la Alcazaba, para ampliar la referencia marco y el conocimiento sobre el esmalte islámico y la cerámica de lustre metálico de al-Ándalus. Son los primeros estudios arqueométricos realizados en la cerámica de esta alcazaba o recinto fortificado.
La combinación de técnicas nucleares analíticas no destructivas de haces de iones realizadas sobre estas cerámicas, que constituyen un grupo representativo de algunos de los procedimientos decorativos más típicos empleados en al-Ándalus, ha permitido debatir sobre varios aspectos de la tecnología de producción, como el uso de materias primas y los procesos de degradación que sufren.
Origen de los colores
El análisis realizado sobre los vidriados permitió concluir que el principal material fundente empleado fue óxido de plomo, caracterizándose también por altos valores de sodio, potasio y magnesio, aunque estos valores cambian significativamente de una muestra cerámica a otra. En particular, se ha hallado que los vidriados verdes están relacionados con cobre y hierro, pero en diferentes proporciones dependiendo del color del esmalte, mientras que el esmalte azul se caracteriza por el óxido de cobalto, aunque hierro, níquel, cobre y manganeso también están relacionados con este pigmento. Por tanto, los minerales utilizados como materia prima para el pigmento azul podrían ser la absolita, la skutterudita y la trianita.
Dos elementos de este conjunto de muestras presentan aspecto metálico, o brillo de lustre, casi perdido por completo. El brillo del lustre se obtiene por medio de nanopartículas de cobre en una de las muestras, mientras que en la otra se debe a la combinación de nanopartículas de cobre y de plata. Los resultados de RBS indican que el plomo prácticamente se pierde en la superficie mientras que aumenta progresivamente en su interior.
Otra de las conclusiones obtenidas es que podría haber sido utilizada una delgada línea de negro de manganeso para diseñar el patrón que se deseaba rellenar con lustre, pero no se han encontrado otras referencias sobre este procedimiento.
Finalmente, una de las muestras de tipo Nazarí blanco y negro parece ser una pieza importada y no parece provenir de Almería ya que presenta muchas diferencias con respecto al resto de las muestras analizadas, no solo en las pastas sino también en los pigmentos de los esmaltes.
Referencia bibliográfica:
Inés Ortega-Feliu, Blanca Gómez-Tubío, Yasmina Cáceres, Miguel Ángel Respaldiza. “Characterization of glaze ceramics from the archaeological site of La Alcazaba, Almería (Spain)”.Microchemical Journal 138, 72-81 (2018)https://doi.org/10.1016/j.microc.2017.12.022