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Así se preparan los niños que cantarán el Sorteo de Navidad 2025
Quedan solo unas semanas para el Sorteo de Navidad y, mientras el país espera con ilusión el tradicional canto de los premios, los protagonistas más jóvenes afinan voces y perfeccionan hasta el último detalle. Este año serán 28 menores entre 10 y 14 años quienes darán vida a los números y premios del sorteo más emblemático del calendario.
Ensayos intensivos desde octubre
Los niños, todos presentados de forma voluntaria, comenzaron en octubre un proceso de ensayos que se mantiene dos o tres veces por semana. Durante estas sesiones practican la lectura clara de los números, la coordinación del canto y la mecánica exacta del protocolo: primero extraer la bola del número, después la del premio, y colocarlas en el filamento correspondiente.
Los educadores sociales responsables de la preparación explican que lo más complejo es mantener un ritmo constante y vivo para que cada mesa avance con fluidez. La mayor preocupación de los menores no es cantar mal, sino “que se caiga la bola”, un miedo común entre quienes participan por primera vez.
Postura, técnica y control de la voz
Además del canto, los participantes aprenden a mantener una postura correcta en el escenario, a vocalizar con precisión y a sincronizarse con su pareja. A lo largo del proceso se evalúa la tonalidad de cada voz para formar los dúos que cantarán el día 22.
Quienes no resultan seleccionados para cantar desempeñarán el papel de extraer las bolas, una responsabilidad igualmente importante dentro del ritual del sorteo.
Nervios y desvelo la noche anterior
Aunque la preparación es exhaustiva, la emoción del gran día siempre se hace notar. Los educadores aseguran que muchos niños apenas duermen la noche previa, entre nervios e ilusión por el momento en el que serán escuchados por millones de personas, familiares y amigos incluidos.
La experiencia desde dentro: el testimonio de un veterano
Ángel, de 12 años, participa este año por cuarta vez. Reconoce que “cantar es bonito” y que formar parte del sorteo es “una experiencia única”. Recuerda con especial emoción el año en que le tocó cantar el premio gordo: “fui muy feliz”.
Entre sus consejos para los recién llegados destaca uno esencial: no tener miedo a equivocarse. Y añade un segundo consejo práctico: cuidar la voz. “En octubre puedo gritar un poco, pero en diciembre ya me tranquilizo”, explica.
Para todos ellos, más allá de los premios, la verdadera importancia está en vivir ese día con orgullo, disfrutarlo y hacerlo lo mejor posible.
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