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La esposa del presidente del Gobierno, con 11 cuentas bancarias y un saldo que apenas alcanza para un menú infantil, protagoniza un enredo judicial que mezcla intriga, corrupción y 40 euros con 25 céntimos.
Una investigación de altos vuelos y bajos fondos
El juez Juan Carlos Peinado, titular del Juzgado de Instrucción Número 41, ha recibido lo que podría ser el mejor guion para una película de cine negro… o una comedia de enredos. La lista “incompleta” de 11 cuentas bancarias de Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez, ha sorprendido más por el saldo que por las implicaciones legales. En total, 40,25 euros repartidos entre cinco cuentas como titular, dos como autorizada y cuatro como representante. La pregunta que flota en el aire es: ¿dónde están los millones que suelen acompañar los titulares de corrupción, o al menos para un par de compras en el supermercado?
De esas 11 cuentas, solo dos tienen saldo: una con 40,10 euros y otra con 0,15 euros. Las demás están más limpias que un expediente sin multas de tráfico. El documento, entregado por el Punto Neutro Judicial, no parece responder a todas las dudas del juez, quien además investiga a Gómez por delitos de tráfico de influencias, corrupción en los negocios, apropiación indebida e intrusismo. Eso sí, los números dejan claro que, si algo ha apropiado, ha sido el arte de ahorrar al límite.
Los 40 euros que valen más de lo que parecen
A simple vista, la cifra parece una broma: 40,25 euros en total. Pero, claro, tratándose de una investigación judicial, esos 40 euros están dando más vueltas que una lavadora en centrifugado. ¿Es posible que se trate de un descuido bancario? ¿Una cortina de humo? ¿O simplemente el reflejo de una habilidad única para mantener las cuentas a cero mientras se vive en Moncloa?
Algunos usuarios en redes sociales han sugerido que tal vez las cuentas sirven solo para despistar a los investigadores, mientras que otros, más irónicos, se preguntan si el verdadero escándalo no es que en cinco años nadie haya revisado esas cuentas para meter aunque sea un céntimo más. Por supuesto, las teorías de la conspiración no se han hecho esperar: desde fondos secretos en Suiza hasta cofres escondidos en el despacho presidencial.
¿CV? ¿Cuentas vacías o currículum vitae?
El informe también menciona un misterioso “CV” bajo el apartado de “tipo de producto”. Mientras algunos especulan que podría referirse a “cuentas vacías” (bastante literal en este caso), otros señalan que tal vez Gómez esté haciendo un guiño irónico al currículum vitae de sus cuentas, que más que movimientos parecen el archivo de una peli de suspense: silenciosas, estáticas y con más preguntas que respuestas.
El período investigado abarca desde diciembre de 2019 hasta noviembre de 2024, un lapso durante el cual los saldos no han variado lo suficiente ni para cubrir un café con leche diario. ¿Será este el nuevo símbolo de la austeridad política?
“El misterio de la numeración”
Como si fuera un episodio de CSI: Banca Española, el juez ha solicitado a la policía judicial que consulte la numeración de las cuentas para obtener más información. Sin embargo, las respuestas recibidas parecen más dignas de un acertijo que de una investigación seria: los datos son “incompletos” y dejan al magistrado en la incómoda posición de tener que seguir tirando del hilo… aunque parezca que no hay mucho más que sacar.
Reflexión final
¿Estamos ante un caso de corrupción con saldo cero o el estreno de una nueva tendencia en las investigaciones judiciales? Sea como sea, Begoña Gómez parece haber pasado del foco mediático a convertirse en la protagonista de una novela de humor involuntario, donde la verdadera intriga no son los presuntos delitos, sino cómo alguien puede gestionar 11 cuentas bancarias sin que entre dinero en ninguna de ellas.
¿Tú qué opinas, querido lector? ¿Será este el inicio de una trama más grande, o simplemente un mal cálculo bancario con consecuencias hilarantes? 👀