S. M. EL REY DON JUAN CARLOS I
Su Majestad el Rey nació el 5 de enero de 1938 en Roma, donde residía la Familia Real, que había tenido que abandonar España al proclamarse la República en 1931. Fueron sus padres Don Juan de Borbón y Battenberg, Conde de Barcelona y Jefe de la Casa Real española desde la renuncia de su padre el Rey Don Alfonso XIII, y Doña María de las Mercedes de Borbón y Orleans.
Por expreso deseo de su padre, su formación fundamental se desarrolló en España, a la que llegó por primera vez a los diez años, procedente de Portugal, donde residían los Condes de Barcelona desde 1946, en la villa atlántica de Estoril, y tras su etapa como alumno interno en el colegio de los Marianistas de la ciudad suiza de Friburgo.
FORMACIÓN ACADÉMICA
En 1954 terminó el Bachillerato en el Instituto San Isidro, de Madrid, y desde 1955 estudió en las Academias y Escuelas Militares de los tres Ejércitos, donde adquirió el grado de Oficial. En esta etapa realizó su viaje de prácticas como Guardiamarina en el buque escuela “Juan Sebastián Elcano”, y obtuvo su título de piloto militar. En 1960-61 completó su formación en la Universidad Complutense de Madrid, donde cursó estudios de Derecho Político e Internacional, Economía y Hacienda Pública.
El 14 de mayo de 1962 contrajo matrimonio en Atenas con S.A.R. la Princesa Sofía de Grecia, primogénita de SS.MM. los Reyes Pablo I y Federica. Tras su viaje de bodas, los Príncipes comenzaron a vivir en el Palacio de la Zarzuela, en los alrededores de Madrid, que sigue siendo hoy su residencia. En 1963 nació la primera de sus tres hijos, S.A.R. la Infanta Doña Elena, dos años más tarde S.A.R. la Infanta Doña Cristina y en 1968
S.A.R. el Príncipe Don Felipe.
Designado sucesor a la Jefatura del Estado en 1969, comenzó una etapa de actividades oficiales, viajes por España y visitas a países extranjeros.
REY DE TODOS LOS ESPAÑOLES
Tras la muerte del anterior Jefe del Estado, Francisco Franco, Don Juan Carlos fue proclamado Rey el 22 de noviembre de 1975, y pronunció en las Cortes su primer mensaje a l a nación, en el que expresó las ideas básicas de su reinado: restablecer la democracia y ser el Rey de todos los españoles, sin excepción.
La transición a la democracia, pilotada por un nuevo equipo, comenzó con la Ley de Reforma Política en 1976. En mayo de 1977, el Conde de Barcelona transmitió al Rey sus derechos dinásticos y la Jefatura de la Casa Real española, en un acto que constataba el cumplimiento del papel que correspondía a l a Corona en el retorno a l a democracia. Un mes más tarde se celebraron las primeras elecciones democráticas desde 1936, y el nuevo Parlamento elaboró el texto de la actual Constitución, aprobada por referéndum el 6 de diciembre de 1978 y sancionada por S.M. el Rey en la sesión solemne de las Cortes Generales del 27 del mismo mes y año.
La Constitución establece como forma política del Estado la Monarquía parlamentaria, en la que el Rey arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones. En su mensaje a las Cortes, Don Juan Carlos proclamó expresamente su decidido propósito de acatarla y servirla. De hecho, fue la actuación del Monarca la que salvó la Constitución y la democracia en la noche del 23 de febrero de 1981, cuando los demás poderes Constitucionales estaban secuestrados en el Parlamento por una intentona golpista.
A lo largo de su reinado ha visitado oficialmente la práctica totalidad de los países del mundo y los principales organismos internacionales, tanto de carácter universal como regional.
LA FUNCIÓN DE ESTADISTA
S.M. el Rey ha impulsado un nuevo estilo en las relaciones iberoamericanas, subrayando las señas de identidad propias de una comunidad cultural que se basa en una lengua común y señalando la necesidad de alumbrar iniciativas conjuntas y participar en fórmulas adecuadas de cooperación. Esta es la razón de ser de las Cumbres Iberoamericanas, cuya primera sesión tuvo lugar en Guadalajara, México, en Don Juan Carlos ha recordado siempre la vocación europea de España a lo largo de su historia y ha alentado su proceso de incorporación a l as Comunidades Europeas. La importancia de la Unión Europea en el mundo contemporáneo y en particular en las áreas que le son afines, incluída Iberoamérica, ha sido subrayada por el Rey en numerosos mensajes.
Su perfil europeísta y su papel en el restablecimiento de la democracia en España han sido reconocidos a través de numerosos Premios Internacionales.
Atento siempre al mundo intelectual y a s u capacidad de innovación, Don Juan Carlos ejerce el Alto Patronazgo de las Reales Academias y mantiene una asidua relación con los ámbitos culturales y en particular con la Universidad. Ha sido investido Doctor Honoris Causa por una treintena de prestigiosas universidades españolas y extranjeras.
La lengua castellana, patrimonio de la comunidad de hispanohablantes, y su prometedor futuro en el mundo actual son temas que merecen especialmente su atención. Impulsó la creación de la Fundación Pro Real Academia que se constituyó con participación de entidades públicas y privadas en 1994. Asimismo es el Presidente de Honor del Patronato del Instituto Cervantes, encargado de la difusión del español en el mundo. Todos los años entrega el Premio Cervantes, que distinguen a los mejores escritores de nuestra lengua en ambos continentes.
A través de las diversas Fundaciones de las que es Presidente de Honor apoya personalmente la creación y desarrollo de nuevas tecnologías en España, y alienta numerosas iniciativas en las áreas de la economía y la empresa, la investigación, los avances sociales y el desarrollo solidario de la convivencia española en sus más variadas manifestaciones.
La Constitución establece que corresponde al Rey el mando supremo de las Fuerzas Armadas. En el ejercicio de su función, Su Majestad se reúne una vez al año con los tres Ejércitos en la fiesta de la Pascua Militar, preside la entrega de despachos y diplomas en las Academias y Escuelas Superiores Militares, visita numerosas unidades y asiste a sus maniobras y ejercicios.
La descripción de las Armas de S.M. el Rey figura en la Regla número 1 del Título II del Real Decreto 1511/1977, de 21 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de Banderas y Estandartes, Guiones, Insignias y Distintivos.
SUS AFICIONES
Asiduo practicante de varios deportes, sobre todo el esquí y la vela, Don Juan Carlos apoya la práctica deportiva como escuela de formación de indudable valor social. La presencia de los Reyes y la Familia Real y su estímulo a los equipos olímpicos españoles es constante y tuvo especial relieve durante los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992