Bomberos forestales desplazados al barranco del Poyo el pasado 29 de octubre adquirieron alimentos en un supermercado con la expectativa de realizar un seguimiento prolongado, según fuentes del Sindicato Profesional de Policías Locales y Bomberos (SPPLB). Las mismas han expresado su descontento con las declaraciones de José Miguel Basset, exinspector jefe del Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia, quien vinculó la retirada de equipos a la disminución del nivel del agua y la hora del almuerzo.
El equipo de Buñol, movilizado para supervisar el barranco, continuó con una unidad autobomba en el lugar mientras otro grupo se dirigía a un supermercado a las 14:23 horas para adquirir víveres y continuar con sus tareas. Un recibo fechado a esa hora en Chiva respalda esta versión, reflejando su intención de seguir en el Poyo indefinidamente dadas las circunstancias.
Sin embargo, cerca de las 15:00 horas, la Central de Bomberos del Consorcio Provincial ordenó la retirada de la unidad. Aunque las fuentes desconocen quién dio la orden, subrayan que Basset era el máximo responsable del Consorcio en ese momento.
Por otro lado, el sindicato ha criticado que no se emplearon todos los recursos disponibles el 29 de octubre, movilizándose solo entre tres y cuatro de las 28 unidades, incluidas las helitransportadas. También han señalado que se ordenó la retirada generalizada de todas las unidades, excepto de aquellas involucradas en rescates.
