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La Interpol se implica en la desaparición de los frescos de los Santos Juanes en Valencia
La directora de la restauración del templo denunció que los frescos barrocos del ábside fueron sustraídos en los años 90, y advierte que “la denuncia no prescribe”. El próximo 28 de noviembre, cuando reabra el edificio tras obras, las pinturas que no se han localizado serán proyectadas sobre la bóveda mediante videomapping.
Redacción | 21 de noviembre de 2025

Desaparición sin resolver de una obra barroca
En la iglesia de los Santos Juanes de Valencia se esconden hoy varias respuestas pendientes. Las pinturas murales que decoraban el ábside, obra del maestro barroco Antonio Palomino, fueron arrancadas o sustraídas en los años 90, según la responsable de la restauración, Pilar Roig. La profesora y experta en patrimonio denunció el hecho ante la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) y recuerda en el periódico Las Provincias que la acción penal “no prescribe”.


Aunque el tiempo transcurrido y el destino desconocido de las obras dificultan la esperanza de recuperación, la restauradora mantiene viva la expectativa de que algún día puedan reaparecer. Mientras tanto, la rehabilitación del templo, impulsada por Fundación Hortensia Herrero, sigue su curso y culminará con la reapertura al público el 28 de noviembre.
Una restauración pionera con solución digital


El proyecto de restauración, encabezado por la catedrática Pilar Roig y el arquitecto Carlos Campos, se ha prolongado durante cuatro años y ha supuesto una inversión cercana a los seis millones de euros. :contentReference[oaicite:6]{index=6} En su fase final, se decide afrontar la ausencia de los frescos del ábside con una solución tecnológica: se proyectará mediante videomapping el original pictórico sobre la bóveda, basado en una fotografía histórica. :contentReference[oaicite:7]{index=7}
El resto de la bóveda sí ha sido intervenida con las pinturas originales (o sus fragmentos); pero la zona del ábside permanece vacía o con piezas que aún no han sido localizadas. Los informadores señalan que una intervención anterior, en los años sesenta, había arrancado las pinturas y fijado los paneles en soporte distinto, complicando su rastreo.

La denuncia y el papel de Interpol
La catedrática Roig interpuso la denuncia en los años noventa ante Interpol cuando identificó que los frescos habían sido retirados sin documentación o destino claro. “Fuimos a Barcelona, entrevistamos a los operarios, nadie sabía nada”, afirma. En su opinión, la denuncia internacional mantiene abierta la posibilidad de actuación pese al paso del tiempo.
El hecho de que las piezas formen parte de un bien cultural sacro y que su origen esté claramente definido agrava el caso y legitima la búsqueda internacional. Aunque no se han aportado públicamente nuevos avances en la localización, la apertura del templo y la presentación urbana de la restauración renovarán el foco sobre el asunto.
¿Qué se podrá ver a partir del 28 de noviembre?

El 28 de noviembre está previsto que la iglesia reabra tras años de obras. Los visitantes podrán contemplar un templo con la cubierta arquitectónica restaurada, nueva iluminación y una bóveda decorada, salvo la parte del ábside que funcionará mediante una proyección digital. Según el equipo de restauración, la tecnología permite reproducir el color, composición e iconografía originales, aunque el valor patrimonial de las piezas reales continúa siendo objeto de búsqueda.
Por su parte, la Fundación Hortensia Herrero destaca que el proyecto “devuelve el esplendor a uno de los edificios más emblemáticos de Valencia” y confía en que la proyección no sustituya el hallazgo de las piezas originales, sino que abra una nueva fase de atención pública sobre su paradero.