Un hombre en Novelda decidió que el método más rápido para arreglar sus diferencias familiares era darle fuego al coche de su excuñada, provocando una evacuación y quemando media calle. La Justicia lo dejó en libertad, pero con más restricciones que un Wi-Fi de cafetería.
En Novelda, una localidad conocida por ser tranquila y de las que normalmente no aparecen en las noticias, se ha desatado un drama digno de una telenovela. Todo empezó con un coche y terminó con bomberos, policía, evacuaciones preventivas y un hombre de 35 años detenido, porque alguien pensó que la mejor manera de cerrar capítulos familiares es a lo “Juego de Tronos”, pero en versión “made in Vinalopó”. Y es que, señores, si algo puede salir mal cuando metes fuego a un coche, es que se te vaya de las manos y acabe ardiendo media calle.
Un pique familiar con final explosivo
El protagonista de esta historia (y no en el buen sentido), un hombre con más antecedentes que las excusas de un adolescente para no hacer los deberes, decidió que el 2 de octubre de 2024 era un buen día para “despedirse” del coche de su excuñada. Vamos, que no le pareció suficiente con borrarla del WhatsApp o ignorar sus posts en Instagram. No, él optó por un enfoque más medieval: ¡Fuego purificador!
Todo comenzó con un chispazo, literalmente. El incendio se originó en el coche de la susodicha excuñada, pero la cosa no se quedó ahí. Mientras la Guardia Civil, la Policía Local y los bomberos llegaban al lugar (que seguramente esperaban un día tranquilo, pero no), el fuego ya estaba abriéndose paso hacia un segundo vehículo y dos fachadas cercanas. Porque, como se sabe, el fuego, cuando se pone creativo, es un artista que no se limita a una sola obra.
Evacuación al estilo “sálvese quien pueda”
La situación se puso tan fea que, ante la posibilidad de que la cosa acabara en un incendio a lo grande, las autoridades optaron por evacuar una familia de una vivienda cercana, por si acaso la cosa se desmadraba aún más. Eso sí, todo con el protocolo y calma propios de un martes por la tarde en Novelda, donde la mayor parte del tiempo, lo más emocionante que pasa es la elección de tapas en el bar de la esquina.
Por suerte, los bomberos lograron sofocar las llamas antes de que el barrio entero quedara reducido a cenizas, pero no sin que antes el fuego dejara su impronta en un par de coches y las fachadas de dos viviendas. Todo muy espectacular, de esas cosas que al vecino del quinto le darán material de sobra para los cotilleos del mes.
¿Fuego con acelerante? Esto no es una barbacoa
Una vez apagado el incendio, la investigación arrancó para descubrir qué había pasado. Y aquí es donde entra el CSI de Novelda, también conocidos como el Equipo de Investigación d’Incendis de la Zona de València, que hizo una inspección ocular del lugar de los hechos. Lo que descubrieron no es que alguien dejó la barbacoa encendida por accidente, sino algo mucho más elaborado: el fuego había sido intencionado. Y no sólo eso, se había utilizado un acelerante. Lo que nos lleva a pensar que este hombre no estaba improvisando, no. Si iba a hacerlo, lo iba a hacer bien, como en las pelis.
Testigos clave: los vecinos siempre lo saben todo
Con las llamas bajo control y el vecindario entero en estado de shock, la Guardia Civil se puso manos a la obra para encontrar al culpable. Afortunadamente, entre el olfato policial y las declaraciones de los testigos (que, como bien se sabe, siempre hay uno que lo ve todo desde la ventana de la cocina mientras pela patatas), lograron poner a nuestro pirómano favorito en la escena del crimen. Resulta que el excuñado de la propietaria del coche estaba allí, justo donde se originó el fuego. Si esto fuera una película de detectives, en este momento sonarían los tambores de tensión.
Y claro, con todos estos indicios, el hombre fue detenido. Aunque, sorprendentemente, el juez de primera instancia no decidió que este fuera un peligro inminente para la sociedad y lo puso en libertad con medidas cautelares. Entre las restricciones que se le han impuesto, probablemente esté no acercarse a menos de 100 metros de cualquier cosa que tenga gasolina, chispa o mecha. O, al menos, esa sería la medida más lógica, porque lo de meter fuego, ya se ha demostrado, no se le da nada bien.
¿Qué aprendemos de todo esto?
Esta historia de Novelda nos deja varias lecciones importantes. Primero, que si tienes un problema con tu excuñada, lo mejor es resolverlo de manera pacífica, como adultos, y no como si estuvieras en una secuela de “Fast & Furious”. Segundo, que la venganza, además de no ser dulce, puede ser peligrosa, especialmente si incluye fuego y coches. Y tercero, que el sistema judicial español puede ser sorprendentemente permisivo, siempre y cuando no te pases demasiado quemando cosas.
Finalmente, hay que reconocer que no todos los héroes llevan capa. A veces, simplemente llevan un casco de bombero y una manguera, listos para apagar las locuras de un martes cualquiera.
Y tú, querido lector, ¿alguna vez has tenido una disputa familiar que se haya salido tanto de control? ¿O simplemente prefieres bloquear a la gente en redes sociales antes que liarte a quemar coches? ¡Déjanos tu comentario, pero sin prenderle fuego al teclado!