Marta Alonso, directora general de Cultura visitó las obras de rehabilitación que se han llevado a cabo en la sede del Museo de Alfarería de Agost y en el aljibe de la vila medieval de Castalla.
El Museo de la alfarería de Agost
La antigua fábrica Torregrosa, donde se ubica el Museo de Alfarería de Agost es un edificio declarado bien de interés local en 1994. Esta fábrica es un alfar que data de finales del siglo XIX, y que funcionó como tal hasta 1975. Se conservan las estructuras originales de la fábrica, el taller con los tornos, secadero, balsas, y horno “árabe”.
Se debe destacar que en la actualidad no existe ningún otro edificio de iguales características ya que todas las alfarerías de la época han sufrido transformaciones que han modificado su estructura original.
La actividad museística se inició en 1981 cuando Ilse Schütz lo dotó de la colección museográfica de alfarería local. Desde el año 2002 el Museo pertenece al Ayuntamiento de Agost, con una amplia programación de actividades.
Complementando la exposición permanente de alfarería de Agost, se realizan al menos tres exposiciones temporales al año, numerosas actividades educativas, clases de torno durante todo el año y talleres específicos relacionados con la cerámica.
La Exposición explica el proceso de elaboración de la alfarería, así como su utilización en la vida cotidiana. Además se hallan a disposición de profesores e interesados las maletas didácticas (cerámica blanca, rossinyol d’Agost, general de alfarería) y el juego de la alfarería, confeccionados por el museo. Se dispone de biblioteca especializada y tienda, y se ofrece la visita guiada.
Por otra parte, destaca la labor investigadora del Museo con la edición de libros y boletines periódicos relacionados con la alfarería y cerámica, así como la participación en congresos y ferias de turismo.
El conjunto patrimonial del castillo de Castalla
Los origenes del castillo se remontan al siglo XI con la ocupación del territorio por los musulmanes . Más tarde, en el siglo XIII, fue la cabeza administrativa de la Foia de Castalla, dependiendo a su vez de la taifa de Dénia. Incorporado pacíficamente a la Corona de Aragón (1244), se convirtió en un punto clave de defensa frente a la Corona de Castilla.
Ramón de Vilanova i Lladró lo recibió de Pere IV en 1362, con el propósito de asegurar su defensa ante posibles ataques de Castilla. Desde este momento, y a lo largo del siglo XV, el castillo experimentó importantes transformaciones como la planificación y construcción del Palau y el Pati d’Armes. La Torre Grossa (1529) fue la última obra de envergadura realizada en el recinto. A partir del siglo XVII, la pérdida de sus funciones militares favoreció su declive, deterioro y conversión en testimonio silencioso de la visita de las gentes de Castalla y el resto de la comarca.
Desde 2009, la Generalitat y el ayuntamiento de Castalla colaboran en el marco del Proyecto de Recuperación social el Conjunto Patrimonial del Castillo de Castalla. Entre los años 2010 y 2012, se realizaron excavaciones arqueológicas y diferentes obras de saneamiento. La intervención más reciente, que motiva la visita actual consiste en la ejecución de la consolidación y puesta en valor aljibe de la Villa medieval, que la Generalitat ha financiado por valor de 15.000 euros.
Con estas acciones Cultura reafirma el papel de la Generalitat en la rehabilitación de espacios y monumentos con fines culturales, ofreciendo al público en general y a estos ayuntamientos en particular, un importante recurso donde desarrollar eventos y actividades encaminadas a consolidar el conocimiento que los valencianos tienen de su patrimonio.
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