La gestión de los residuos tras la DANA en la Comunitat Valenciana enfrenta un dilema ambiental en la antigua cantera de Picassent, donde la urgencia y el riesgo de contaminación convergen.
La DANA y el desafío de los residuos
La DANA que azotó la Comunitat Valenciana dejó un paisaje devastador: pueblos inundados, hogares arrasados y una acumulación masiva de desechos. Más de 350.000 toneladas de residuos han sido retiradas en solo mes y medio, el doble de lo que se gestiona en un año normal. Muebles destrozados, lodos, plásticos, vehículos inutilizados y escombros forman parte de esta mezcla.
Para evitar riesgos sanitarios y aliviar las áreas urbanas afectadas, la Generalitat Valenciana habilitó cinco puntos de transferencia de residuos. Estas ubicaciones alejadas de los núcleos urbanos permitirían una gestión más segura y organizada. Sin embargo, la elección de la cantera de Picassent como uno de estos puntos ha suscitado un intenso debate.
¿Qué es un punto de transferencia?
Los puntos de transferencia funcionan como lugares intermedios donde los residuos son clasificados y preparados para su traslado a vertederos definitivos. En teoría, estas instalaciones temporales deberían minimizar los riesgos sanitarios y ambientales para las comunidades cercanas.
En la práctica, estos lugares están siendo operativos las 24 horas del día para gestionar la enorme cantidad de basura generada por la DANA. El traslado nocturno de residuos desde los núcleos urbanos ha sido clave para evitar la acumulación en las calles, pero ha trasladado el problema a zonas como Picassent, donde los vecinos y expertos alertan de los riesgos a largo plazo.
La polémica cantera de Picassent
La antigua cantera de arcilla de Picassent, seleccionada por su aparente impermeabilidad y su distancia a áreas residenciales, se ha convertido en el epicentro de la controversia. Esta instalación, ubicada a menos de tres kilómetros del Parque Natural de la Albufera, alberga ahora montañas de desechos, lodos contaminados y vehículos destrozados.
El problema radica en la presencia de una laguna en el fondo de la cantera, formada por la afloración de aguas subterráneas debido al corte del nivel freático durante la explotación minera. Este cuerpo de agua plantea serias preocupaciones ambientales, ya que podría actuar como un canal de contaminación hacia los acuíferos y, potencialmente, hacia la Albufera.
¿Qué dicen los expertos?
Gonzalo Míguez Macho, catedrático de la Universidad de Santiago de Compostela y experto en aguas subterráneas, ha analizado el caso a través de imágenes satelitales. Según su investigación, el agua de la laguna proviene del subsuelo y representa un riesgo significativo. “Cualquier infiltración de contaminantes podría dirigirse hacia la Albufera debido a la pendiente natural del terreno”, afirma.
La situación es particularmente preocupante porque no se trata solo de basura inerte. Los lodos y restos depositados en la cantera contienen una mezcla de sustancias desconocidas que podrían incluir aceites, químicos industriales y otros contaminantes altamente nocivos.
La respuesta de las autoridades
La Conselleria de Medio Ambiente defiende la elección de la cantera, argumentando que el terreno arcilloso es impermeable y que la laguna se formó por acumulación de agua de lluvia. Además, asegura que se están realizando análisis regulares para garantizar la seguridad ambiental.
Un informe externo elaborado por una empresa acreditada y avalado por el CSIC habría validado la idoneidad del lugar. Sin embargo, la Generalitat no ha publicado este informe, lo que ha alimentado las sospechas entre vecinos y expertos.
El Ayuntamiento de Picassent ha solicitado formalmente más información sobre las medidas adoptadas para prevenir la contaminación de las aguas subterráneas. Sin embargo, la falta de transparencia en la gestión ha generado desconfianza.
Vecinos en alerta
Los residentes de Picassent, como Tere y Juan, cuya vivienda está a solo 100 metros de la cantera, se sienten atrapados entre la solidaridad y el temor. “Queremos ayudar a los pueblos afectados por la DANA, pero esto no debería hacerse a costa de nuestra salud y del medio ambiente”, comenta Tere.
La preocupación principal de los vecinos es el impacto a largo plazo. Aunque no se han detectado problemas inmediatos, el riesgo de filtraciones en un acuífero ya comprometido podría tener consecuencias irreversibles para toda la región.
Riesgos para la Albufera
El Parque Natural de la Albufera, uno de los humedales más importantes del Mediterráneo, se encuentra aguas abajo de la cantera. Los expertos advierten que cualquier contaminación en el acuífero podría llegar al parque, poniendo en peligro su delicado ecosistema.
La Albufera ya ha sufrido los efectos de la DANA, con inundaciones que alteraron la calidad del agua y afectaron la biodiversidad local. Una contaminación adicional sería catastrófica para este espacio protegido.
Un problema que viene de lejos
La laguna de Picassent no es nueva. Imágenes satelitales muestran que existe al menos desde 2008, tras el abandono de la explotación minera. Durante años, esta laguna pasó desapercibida hasta que en 2017 el Ayuntamiento solicitó un informe a la Generalitat sobre su origen y posibles riesgos. Este informe nunca llegó.
La falta de respuestas sobre la naturaleza y el comportamiento de esta laguna sigue siendo uno de los puntos más oscuros de la gestión actual.
¿Soluciones temporales o problemas a largo plazo?
La emergencia generada por la DANA ha obligado a las administraciones a tomar decisiones rápidas, pero la gestión de residuos en Picassent demuestra los riesgos de soluciones improvisadas. La falta de planificación y la presión por actuar han llevado a minimizar posibles consecuencias a largo plazo, algo que podría volverse en contra de la Generalitat y de los ciudadanos.
Reflexión final
El caso de la cantera de Picassent plantea una pregunta crucial: ¿cómo equilibrar la urgencia de una catástrofe con la necesidad de proteger el medio ambiente?
Mientras las autoridades aseguran que todo está bajo control, vecinos y expertos exigen mayor transparencia y garantías. ¿Estamos ante una solución necesaria o ante un desastre ambiental en ciernes?