En el asentamiento escocés de Cladh Hallan se han encontrado dos momias de la Edad del Bronce que resultan ser una amalgama de restos de hasta seis personas fusionadas intencionalmente. Este caso de momificación deliberada en Europa es bastante raro, pero la conservación de los restos es excelente gracias al tipo de suelo en el que se encontraron. El suelo de turba es un excelente medio de conservación debido a la descomposición de materia orgánica y su bajo nivel de nutrientes que evita la presencia de microbios. La mandíbula inferior todavía tenía todos los dientes y la mandíbula superior no tenía ninguno. En el caso del segundo esqueleto, la mandíbula tampoco encajaba en el resto del cráneo. Los expertos mantienen la hipótesis de que los cuerpos podrían haber sido utilizados como una especie de contrato y que la fusión de diferentes partes del cuerpo de los antepasados en una sola persona podría haber representado la fusión de diferentes familias y sus líneas de descendencia, actuando así como un “documento legal”.
Lo que hace que estos restos sean excepcionales es el hecho de que los cuerpos fueron ensamblados después de la muerte. En la mayoría de los casos de momificación encontrados en Europa, los cuerpos fueron preservados con la intención de mantenerlos completos. Pero estos dos esqueletos de Cladh Hallan fueron sometidos a una cirugía postmortem, con el objetivo de unir diferentes partes del cuerpo.
La investigación de los restos ha sido llevada a cabo por un equipo internacional liderado por la Universidad de Sheffield. La datación por radiocarbono sugiere que los cuerpos fueron ensamblados aproximadamente 600 años después de la muerte de los individuos que los componen. Los restos de seis individuos diferentes fueron identificados, tres hombres y tres mujeres, y sus restos fueron juntados para formar dos cuerpos, uno masculino y otro femenino.
Los investigadores creen que la práctica de unir diferentes partes del cuerpo podría haber sido utilizada como una forma de consolidar la propiedad de la tierra en una época en la que el control de los recursos naturales era de vital importancia. Los derechos territoriales habrían estado marcados por la construcción de sistemas territoriales a gran escala, y la propiedad probablemente habría dependido de reclamos ancestrales. La fusión de diferentes partes del cuerpo de los antepasados en una sola persona podría haber representado entonces la fusión de diferentes familias y sus líneas de descendencia, actuando así como un “documento legal”.
Los restos de Cladh Hallan fueron descubiertos en la década de 2000 por el arqueólogo Mike Parker Pearson, de la Universidad de Sheffield. Los esqueletos fueron encontrados en un pozo lleno de turba, donde habían sido enterrados en posición fetal. Se cree que fueron colocados allí para preservarlos y protegerlos de la descomposición.
El hallazgo de Cladh Hallan ofrece una rara visión de la complejidad de la sociedad de la Edad del Bronce y la importancia del control de los recursos naturales. El sitio arqueológico ha sido descrito como “un laboratorio de momificación”, que ofrece una oportunidad única para estudiar la práctica de la momificación deliberada en Europa.