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La Guardia Civil ha intervenido un arsenal en la vivienda de la familia de la víctima del crimen de Alfafar, lo que ha llevado a la detención de dos hombres del clan familiar del fallecido. En el operativo se incautaron cuchillos de diferentes tamaños, armas de fuego, balas, sustancias estupefacientes y 3.200 euros en efectivo, mayormente en billetes de 50, lo que sugiere que los detenidos podrían estar involucrados en la venta de drogas.
La vigilancia en la zona se incrementará dado que en las semanas anteriores han ocurrido varias peleas entre dos clanes de la localidad. El próximo 25 de mayo se cumplirá un año del homicidio que resultó de un enfrentamiento entre estos clanes, y la Guardia Civil sospecha que los detenidos estaban armándose para una posible venganza, ahora evitada gracias a la operación.
El pasado 21 de abril, 50 personas participaron en una reyerta entre las familias. El brigada de la Policía Judicial, José Antonio, destacó que desde el homicidio se han registrado múltiples denuncias por altercados que aumentaron en frecuencia y gravedad. “Por la cantidad de armas incautadas, creemos que estaban preparándose para otro enfrentamiento al cumplirse un año del homicidio el 25 de mayo. Con esta operación hemos reducido la posibilidad de altercados graves”, explicó.
Los detenidos, de 76 y 38 años, ambos de nacionalidad española, habían amenazado con matar a miembros del otro clan, relacionados con el autor del crimen que está encarcelado. Durante el registro en su vivienda, llevado a cabo con perros adiestrados, se hallaron el arma usada en la última reyerta, una escopeta recortada, tres revólveres, una pistola detonadora y armas blancas como katanas y machetes. Además, se encontraron cerca de 350 cartuchos de distintos calibres y varias vainas, señal de que se habían disparado armas.
Los agentes recuperaron una vaina del lugar de la pelea anterior y la enviaron a análisis para buscar coincidencias. Desde el homicidio, las peleas y amenazas entre las dos familias han persistido. Según la Guardia Civil, las disputas se originan en una costumbre étnica que dicta que la familia del autor del homicidio debería abandonar su hogar, ya que ambas familias viven cerca.
