La policía carioca impidió la llegada de micros hacia las famosas playas de Ipanema y Copacabana. Opositores a las detenciones denunciaron “racismo”
Las fuerzas policiales de Río de Janeiro realizaron el último fin de semana un operativo en el que impidieron que al menos 160 jóvenes “negros y pobres” que viajaban en varios micros pudieran arribar a las famosas playas.
El accionar, que desató una importante polémica, se llevó a cabo para impedir una nueva ola de robos a turistas. Sin embargo, el juez titular del Tribunal de Menores, Pedro Henrique Alves, y la Defensoría Pública de Río, el organismo que agrupa a los abogados de oficio, consideraron que la detención fue “ilegal”.
EL ROBO EN GRUPOS SE REPITE EN LAS PLAYAS DE RÍO DESDE INICIOS DE LA DÉCADA DEL ’90
La defensora pública Eufrasia Souza das Virgens criticó duramente a las fuerzas del orden y aseguró que “la policía solo puede detener a un adolescente si lo encuentra cometiendo un delito o si tiene una orden judicial fundamentada”. A raíz del episodio, abrió un proceso contra el Estado por daños morales.
Por su parte, el gobernador de Río de Janeiro, Fernando Pezão, defendió el operativo y aseguró que “la inteligencia de la policía ha mapeado ese movimiento de menores desde su embarque en los autobuses”. A lo que se preguntó: “¿Cuántos asaltos han practicado esos menores? No digo que sean todos los que estaban ahí, pero son muchos de ellos, que ya habían sido detenidos más de cinco, ocho, diez o 15 veces”.
Justamente, esta situación es una de las grandes preocupaciones para las autoridades cariocas puesto que los denominados “arrastões” (asaltos en grupos en importantes lugares públicos, principalmente playas) han crecido en magnitud en los últimos tiempos.
“La policía hizo un trabajo de prevención, pero hay que contarle a la gente la situación de vulnerabilidad en la que estaban estos jóvenes. No se habla de racismo, no queremos decir que esos chicos iban a delinquir. La cuestión es que la libertad de ir y venir exige deberes. Estaban en el autobús sin haber pagado el billete. Uno sale de su casa que está a kilómetros de distancia sin comer y sin dinero. ¿Cómo pretende volver?”, reconoció el Secretario de Seguridad Pública, José Mariano Beltrame, quien aseguró que “lo que está en juego es la vulnerabilidad de estas personas”.
A pesar de las diferentes posturas, la máxima preocupación es la delgada línea que separa el racismo, ya que la mayoría de los jóvenes detenidos en este tipo de operativos son menores negros y pobres, y poder evitar una nueva ola de robos en grupos, hecho que se da con frecuencias en las playas de Río.
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