Dos estudiantes del Grado en Ingeniería Mecánica del campus de Alcoi (Alicante) de la Universitat Politècnica de Valencia (UPV), Carles Ceresola y Joan Ribera, participan en un ‘rally’ en el cual deberán cruzar Marruecos con un coche de más de 20 años de antigüedad para repartir material solidario en las aldeas del desierto.
Ceresola y Ribera “están viviendo una experiencia única que combina solidaridad, aprendizaje y aventura”, la novena edición de Uniraid, un proyecto formativo, dirigido a estudiantes con espíritu emprendedor y edades comprendidas entre los 18 y 28 años, según ha explicado la institución académica en un comunicado.
Este certamen consiste en cruzar Marruecos de norte a sur en turismos de más de 20 años y repartir 40 kilos de material solidario en las aldeas más desfavorecidas del desierto. “Hay que llevar un mínimo de 40 kilos, pero nosotros llevamos 70 gracias a la empresa de juguetes Claudio Reig, Carpinterías Picó y la Universitat Politècnica de València”, ha adelantado Joan Ribera.
Durante el itinerario de nueve días, los participantes, equipos de varias nacionalidades, deben completar siete etapas. En total, 3.500 kilómetros, navegando con un libro de ruta y sorteando “todo tipo de obstáculos, desafíos y pruebas”, ha relatado la UPV. El objetivo es descender por el interior del país desde Tánger hasta Erg Chebbi, y regresar al punto de origen por la costa.
RECUPERACIÓN Y PUESTA A PUNTO DE UN PEUGEOT 205 DEL 82
“Uniraid es un rally para estudiantes en el que cada equipo tiene que adquirir un vehículo de tracción de ruedas de más de 20 años”, ha explicado Carles Ceresola. “En nuestro caso, se trata de un Peugeot 205 al que, lógicamente, ha habido que hacerle una serie de modificaciones”. Y no solo eso, ya que, como recuerda Joan, el Peugeot, del año 1982 y con 47.000 kilómetros, se encontraba “en estado de abandono” cuando decidieron convertirlo en su transporte para este desafío.
Los dos participantes de la UPV tuvieron que preparar de nuevo “todo el motor” y “hacerle un mantenimiento completo de correas, filtros y un largo etcétera”, han destacado.
Además, han tenido que “añadir cosas especiales, como la protección del motor, un cubre cárter; una instalación completa de luces, porque hay dos etapas nocturnas; y los enganches de delante y detrás”, para que, si se quedamos tirados en las dunas, puedan sacarlos.
SIN GPS NI DISPOSITIVOS ELECTRÓNICOS
Uniraid no es un rally de velocidad, sino de regularidad y resistencia. “Es decir, el objetivo es intentar acabar todas las etapas”, ha indicado Carles Ceresola: “No es sencillo, porque, además, se afronta la aventura sin GPS ni dispositivos electrónicos”.
Así, cada mañana, la organización hace entrega de un ‘roadbook’, un mapa y una brújula a los participantes. Son los tres instrumentos que acompañan a los equipos durante el trayecto para superar los obstáculos naturales y las diversas pruebas de estrategia y habilidad dispuestas por la organización.
“Llevamos el material que podemos por si hay alguna avería”, señala Carles, “pero también está la organización, que dispone de varios 4×4 para remolcarnos si hubiera un problema más importante”.
Este viernes los equipos han llegado a Marrakech. Por el camino, han tenido que sufrir una mezcla de navegación fuera pista, arena, “extensiones infinitas, tramos muy rápidos y otros extremadamente complicados plagados de dunas, cañones espectaculares, algunos oasis y, sobre todo, mucho desierto”, según ha destacado la UPV.
También ascendieron al Atlas (2.000 metros de altura) por pistas escarpadas y solitarias. En cualquier momento del recorrido, los errores en navegación pueden costar muchos kilómetros extra. Después de completar esta etapa, han dormido varias noches en hoteles, 4 en campamentos organizados en medio del desierto y una, la de la etapa maratón, en vivac libre rodeados de dunas.
UN PROYECTO INTEGRADO EN GENERACIÓN ESPONTÁNEA UPV
Uniraid UPV, el equipo compuesto por Joan y Carles, es uno de los 40 grupos integrados en la plataforma Generación Espontánea de la Universitat Politècnica de València, un proyecto de la institución académica para ayudar a su alumnado más competitivo e internacional y fomentar las competencias trasversales.
Bajo este paraguas, la UPV despliega un programa de un apoyo institucional a las asociaciones más activas para que lleven a cabo sus actividades extracurriculares, como la participación en concursos internacionales y los programas de voluntariado.
Entre los proyectos más conocidos de Generación Espontánea UPV, además de FSUPV, se encuentran iGEM UPV, vencedores de la competición de biología sintética “más importante del mundo”; Hyperloop UPV, equipo de referencia en el “diseño del tren del futuro”; o Azalea UPV, mejor equipo español y triplemente galardonado en la última edición de la Solar Decathlon Europe de arquitectura sostenible.