El centro comercial Bonaire, uno de los más grandes de Valencia, se ha convertido en una de las zonas más críticas tras la DANA. Con su aparcamiento subterráneo de tres plantas completamente inundado, la labor de rescate se enfrenta a un entorno donde la posibilidad de encontrar víctimas atrapadas convierte el lugar en un “cementerio sumergido”, según buzos que trabajan en la zona.
Un aparcamiento inundado hasta el techo y millones de litros de agua atrapados
La DANA que azotó la Comunidad Valenciana ha dejado el centro comercial Bonaire gravemente afectado, con su aparcamiento de tres plantas sumergido en agua hasta el techo. El parking, que tiene capacidad para más de 5.000 vehículos, se ha convertido en el foco de intensas labores de rescate. Equipos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y buzos especializados trabajan sin descanso para drenar los millones de litros de agua que anegan esta zona cero del desastre.
La UME ha desplegado macro bombas en el aparcamiento con el objetivo de retirar el agua de la primera planta, la única a la que, de momento, se puede acceder. La presión y la cantidad de agua acumulada impiden por completo el acceso a las plantas inferiores, lo que ha ralentizado las operaciones de rescate y dificultado la inspección a fondo.
La labor de los buzos en una “zona cero” sin esperanza de supervivencia
El aparcamiento, descrito como un “cementerio sumergido” por algunos de los buzos que ya han descendido a la primera planta, fue invadido rápidamente por el agua, creando una trampa mortal para cualquier persona o vehículo que estuviera en su interior en el momento de la inundación. Los rescatistas han realizado una primera exploración en condiciones extremas, con visibilidad limitada y bajo la amenaza constante de derrumbes.
Según los equipos de rescate, las posibilidades de hallar supervivientes en este espacio son nulas, debido a la velocidad con que el agua cubrió las tres plantas del aparcamiento. Los buzos han informado que no existen protocolos específicos en caso de hallar víctimas, más allá de la intervención judicial necesaria para gestionar la recuperación de cuerpos en situaciones de este tipo.
Desafíos logísticos y seguridad en las labores de drenaje
El centro comercial Bonaire se enfrenta a un largo proceso de drenaje y recuperación, ya que el volumen de agua acumulado supera los cálculos iniciales. La UME y otros equipos de emergencia han reforzado las operaciones con personal y maquinaria, aunque la prioridad actual sigue siendo retirar el agua de la primera planta para facilitar el acceso a las zonas inferiores. El objetivo es ir recuperando el espacio progresivamente y permitir que los técnicos evalúen los posibles daños estructurales en el aparcamiento.
La inmensa cantidad de agua en el aparcamiento hace imposible estimar con precisión cuántos millones de litros deberán ser extraídos. Las bombas de alta capacidad trabajan a pleno rendimiento, pero el proceso de extracción podría prolongarse durante varios días, o incluso semanas, antes de poder liberar por completo las tres plantas del aparcamiento.
La seguridad en Bonaire y la respuesta de las autoridades
Ante el escenario desolador en Bonaire, la Generalitat Valenciana ha reforzado el apoyo logístico y ha establecido un perímetro de seguridad en torno al centro comercial. La protección de los equipos de rescate y la prevención de posibles riesgos estructurales son las prioridades actuales, mientras las autoridades evalúan los daños en la infraestructura y planifican las acciones necesarias para la recuperación.
La tragedia en el aparcamiento de Bonaire, junto con las graves consecuencias en otras zonas de la Comunidad Valenciana, pone de relieve la vulnerabilidad de la infraestructura en situaciones de emergencia climática. La DANA ha expuesto la necesidad de revisar y fortalecer los planes de prevención y respuesta ante inundaciones, especialmente en áreas urbanas de alta densidad.