Desde los albores de la humanidad, la tradición bíblica ha tejido un relato fascinante sobre los primeros seres humanos y sus descendientes. Hoy, exploraremos el árbol genealógico que se traza desde Adán y Eva, y cómo, generación tras generación, se construyeron los cimientos de la historia judeocristiana.
Comenzamos con Adán y Eva, los primeros seres humanos creados por Dios según el libro del Génesis. En el jardín del Edén, vivieron en armonía hasta sucumbir a la tentación, un evento conocido como el “Pecado Original.” Pero más allá de este primer capítulo de la humanidad, la historia toma forma a través de sus hijos: Caín, Abel y n.
Caín, tristemente recordado como el primer asesino, mató a su hermano Abel en un arrebato de celos. Aunque la Biblia menciona poco sobre su descendencia, esta línea no se considera principal para la narración bíblica. Es en Set, el tercer hijo de Adán y Eva, donde se pone el foco, pues de él proviene el linaje de los patriarcas.
De Set nace Enós, y con él, una generación que “comenzó a invocar el nombre del Señor.” De aquí en adelante, seguimos un linaje espiritual que, generación tras generación, forja los pilares de la fe bíblica:
Enós fue el padre de Cainán, quien nació cuando aquel tenía 90 años.
El único hijo nombrado de Cainán fue Mahalaleel, el cual nació cuando Cainán tenía setenta años. Los otros hijos e hijas nacieron antes de su muerte a los 910 años de edad
Mahalaleel fue padre de Jared y abuelo de Henoc.Aunque no se nombra a su esposa en la Biblia, su nombre de acuerdo al Libro de los Jubileos es Dinah, quien era prima de Mahalaleel y madre de Jared.
Jared es el padre de Henoc .
Henoc es padre de Matusalén
Matusalén fue padre de Lamec y abuelo de Noé (quien fue el último de estos patriarcas). Se trata de la persona más longeva en la Biblia, con 969 años
Enoc destaca como uno de los hombres más enigmáticos de este árbol genealógico: la Biblia dice que “caminó con Dios” y fue llevado al cielo sin experimentar la muerte. Un hombre señalado por su justicia y fe, una figura que representa la conexión más pura entre lo humano y lo divino.
Lamec hijo de Matusalén, es el padre de Noé, una figura central en esta genealogía y, por supuesto, en la historia de la humanidad.
Noé, conocido por su papel en el relato del Diluvio Universal, construyó un arca bajo la dirección de Dios para salvar a su familia y una selección de cada especie animal de la aniquilación. En este nuevo comienzo para la humanidad, los tres hijos de Noé: Sem padre de Arfaxad, Cam su hijo Canaán, maldecido por Noé ya que Cam sodomizó a Noé y Jafet que engendró a su hijo Arfaxad y sus hermanos Elam, Asur, Lud y Aram,, tenía 100 años de edad y esto ocurrió 2 años después del diluvio (Gn 11:10), Los hijos de Noe con sus respectivas esposas, cuyos nombres no son mencionados en la Biblia, se convierten en los progenitores de las naciones posteriores.
El linaje de Sem es particularmente significativo, ya que está asociado con los pueblos semitas, de los cuales provienen los hebreos, y, posteriormente, Jesús según la tradición cristiana. Este linaje incluye nombres como Arfaxad, Sala, y Heber, de donde se origina el término “hebreo”. Con Peleg, quien vivió en época de la “división de la Tierra”, continuamos hasta llegar a Taré, padre de Abraham, considerado el “padre de la fe.
Con Abraham, llegamos a un punto crucial en esta genealogía. Fue el primero en recibir la promesa de una nación grande y bendita por Dios. De sus hijos, Isaac es el elegido para continuar el pacto divino, y de Isaac nace Jacob, quien más adelante sería conocido como Israel. Jacob tuvo 12 hijos, originando las doce tribus de Israel, que se convierten en las bases del pueblo de Dios.
La historia de estas tribus se entrelaza con grandes eventos bíblicos: la esclavitud en Egipto, el éxodo liderado por Moisés, y el establecimiento del reino de Israel bajo Saúl, David y Salomón. Estos relatos conforman la historia colectiva de un pueblo que, generación tras generación, ha buscado cumplir su papel en el plan divino.
Y finalmente, según la tradición cristiana, esta genealogía culmina con el nacimiento de Jesús, visto como el cumplimiento de las promesas hechas a Abraham y a David. Esta figura cierra el círculo de un linaje que no solo narra la historia de un pueblo, sino que también traza el tejido espiritual que conecta a millones de creyentes a lo largo de la historia.
Así, este árbol genealógico no es solo una serie de nombres. Es un testimonio de fe, de caídas y redenciones, de promesas y cumplimientos. Un relato que nos invita a reflexionar sobre el pasado mientras miramos al futuro, conectados por ese hilo invisible que nos une a todos como parte de una misma humanidad.
Los descendientes de Adan y Eva su arbol genealógico en la Biblia
Generación 1
- Adán + Eva
- Primeros seres humanos creados según la Biblia.
Generación 2
- Caín (mató a Abel, su descendencia no es muy detallada en la Biblia)
- Abel (asesinado por Caín)
- Set (considerado el linaje principal, de donde provienen los patriarcas)
Generación 3 y siguientes (Descendencia de Set)
- Enós
- Cainán
- Mahalaleel
- Jared
- Enoc (fue llevado por Dios sin ver la muerte)
- Matusalén (el hombre más longevo de la Biblia)
- Lamec
- Noé (sobrevivió al Diluvio Universal)
Generación 10 (Hijos de Noé)
- Sem (linaje de los semitas, incluyendo a los hebreos)
- Cam (linaje de algunos pueblos africanos y cananeos)
- Jafet (linaje de pueblos europeos y asiáticos)
Descendencia de Sem (Linaje de los Patriarcas)
- Arfaxad
- Sala
- Heber (de donde viene la palabra “hebreo”)
- Peleg
- Reu
- Serug
- Nacor
- Taré (padre de Abraham)
Generación 20 aprox. (Patriarcas de Israel)
- Abraham
- Isaac
- Jacob (Israel)
- 12 hijos (Tribus de Israel)
- Jacob (Israel)
- Isaac
De aquí en adelante, la genealogía se desarrolla con los descendientes de Jacob y las 12 tribus de Israel, pasando por Moisés, los reyes como David y Salomón, hasta Jesús según la tradición cristiana.
Si quieres un árbol más detallado o visual, dime y te lo organizo de otra manera.