Valencia Noticias | Redacción.- En la tarde de este viernes 10 de julio la calle Alboraya se convirtió en un improvisado museo de vehículos de todas las épocas dispuestos a recibir la bendición ante la antiquísima imagen de San Cristóbal que, por una tarde, sale de su alojamiento habitual en el convento de las Cristobalinas que corona la calle Poeta Bodría.
El tórrido ambiente no fue impedimento para volver a disfrutar, junto con los cofrades de San Cristóbal y los vecinos, de la salida de laimagen de San Cristóbal con los compases de la marcha real y tras el disparo de una traca, siendo colocada en la tarima instalada en la calle Alboraya.
Y un año más, cientos de vecinos se dieron cita para presenciar el desfile motorizado y participar de la posterior procesión por las calles del barrio de la Trinidad. Se trata de una fiesta que quizás no sea de las más conocidas de la ciudad, pero que sí cuenta con gran arraigo desde antaño.
Tras recorrer diversas calles la ronda llegó a la calle Alboraya y se inició la bendición ante la imagen del Santo. Bomberos, Cruz Roja, Policía Nacional, Policía Local con sus automóviles clásicos y los numerosos vehículos de época que habían participado en la ronda. Todos ellos recibieron la bendición de San Cristóbal mientras Carmen, la Presidenta, junto a Miguel Antequera, presidente del Club de Automóviles Antiguos entregaban la típica palmerita a los vehículos que pasaban.
Tras la ronda motorizada, se iniciaba la procesión que llevaba en andas la imagen del Santo por las calles Alboraya, Jaca, Genaro Lahuerta, Pintor Vilar y Hugo de Moncada, haciendo parada en los dos casales falleros del barrio, Molinell Alboraya y Trinidad Alboraya. Antes de que el santo entrase en su iglesia, se disparó una mascletá en el patio del colegio Pío XII, enfrente mismo del convento. La fiesta terminó con la imposición de insignias a los invitados y el tradicional refrigerio.