Valencia Noticias | Redacción.- La concejala de Desarrollo Económico Sostenible, Sandra Gómez, ha visitado las actuaciones de rehabilitación de las vidrieras del Cementerio Británico de València, una labor que han desarrollado las personas participantes en el Centro Especial de Empleo Fet de Vidre.
El Centro Especial de Empleo Fet de Vidre es un organismo vinculado a València Activa a través de la Fundación de la Comunidad Valenciana del Pacto para el Empleo en la Ciudad de València. Sus integrantes han concluido los trabajos de restauración integral de las vidrieras de la puerta principal y ventanas de la capilla, así como la ventana exterior y la puerta principal del cementerio.
Un total de 12 personas empleadas, todas ellas con discapacidad, forman el equipo de Fet de Vidre, y diseñan y elaboran diferentes piezas, desde platos o figuras hasta complementos realizados con gran nivel de detalle y de cualificación. Asimismo, realizan trabajos por encargo, en los que dedican especial atención al punto de cocción, el dibujo o el montaje de la pieza. La concejala Sandra Gómez ha ensalzado “la importante labor que realizan los trabajadores de Fet de Vidre y el imprescindible papel que juegan en la conservación del patrimonio cultural de la ciudad, gracias a su profesionalidad y buen hacer”.
El Centro Especial de Empleo Fet de Vidre nació a raíz de un taller de ocupación para personas con discapacidad con el apoyo de la Fundación Pacto por el Empleo en la Ciudad de València, la CEV, UGT, CCOO y el Ayuntamiento de València. El objetivo principal de este espacio, que cumplirá 10 años en breve, es fomentar la igualdad de oportunidades laborales para las personas que sufren alguna discapacidad física o psíquica y facilitar su integración en el mercado laboral. A este respecto, sus trabajadores, tanto del taller como de los tres puntos de venta de València, forman parte de este desfavorecido colectivo.
El Cementerio Británico de València
El Cementerio Británico de València se localiza justo enfrente del Cementerio General. Es una edificación de mediados del siglo XIX que se utilizaba para el enterramiento de ciudadanos británicos de religión protestante, dado que no podían recibir sepultura en los cementerios públicos, todos ellos católicos en aquel entonces. Se trata de un enclave poco conocido en la ciudad de Valencia, que ha sido víctima de actos vandálicos en el pasado y cuya situación ha sido denunciada en varias ocasiones.
Alberga más de 350 tumbas, algunas de las cuales guardan los restos de personajes que desde distintos ámbitos contribuyeron al avance tecnológico de la València de la época, como lo fueron en la puesta a punto del puerto, del ferrocarril, industriales del hierro o exportadores de la naranja.
Sandra Gómez ha destacado este trabajo como “una mejora necesaria, de cuyo óptimo resultado ya podemos disfrutar y que se ha llevado a cabo con el objetivo de que el Cementerio Británico recupere su historia y su memoria, y pueda ser visitado y conocido por todos los valencianos”.