Hay pocos lugares en Valencia donde se pueda soñar en Navidad con los ojos abiertos y uno de esos espacios es la plaza de Toros.
Es en ese lugar donde las empresas H.M. Producciones y Macaggi Cortes Cirkus han montado la quinta carpa en Valencia, la última en llegar a la ciudad, con un espectáculo de sentimientos y que al espectador le hacen entrar en la misma pista. Y todo durante dos horas sin fin.
Nada más entrar el espectador se encuentra con una pista central diferente porque está semielevada para una mejor visualización de los números de los artistas, cuya realización se hace corta por su puesta en escena y espectacularidad.
¨Cuando los espectadores han contemplado el espectáculo en El Circo de la Plaza de Toros se marchan satisfechos de haber visto algo distinto, de haber soñado e ilusionado¨, comenta Vicente Herrera.
Y agregó que ¨el concepto imperante es el de unir tradición, donde están los animales en libertad, y la innovación, donde brilla una nueva puesta en escena como ahora prima en Europa. La puesta en escena es primordial.
Una idea de un valenciano con guión de un actor metido al mundo del circo
Luz y sonido se combinan con efectos visuales que transportan al espectador al mundo de los sueños infantiles y donde número y número se funden en cada momento y donde no se echa de menos al maestro de pista ni a la orquesta en directo.
De Javier Turiel ha salido el guión y la idea de Vicente Herrera. Herrera y Turiel saben como hacer llegar al público del siglo XXI un espectáculo del siglo XXI.
Para Turiel el mundo del circo no es nuevo, ni tampoco el del cine porque él es actor, pero sí lo es para el valenciano Herrera, quien se ha especializado en el mundo de las recreaciones históricas en los últimos años.
Los dos lo han tenido muy claro: ¨No venimos a competir sino a ofrecer un espectáculo diferente pensado para todos los públicos en donde hasta hemos tenido en cuenta la crisis actual poniendo unos precios populares¨, comentó Herrera quien precisó la puesta en escena teatral de un circo del siglo XXI.
Para los dos ¨la afluencia de espectadores es fundamental pero aún lo es más la cara del público y de cada uno de quienes asisten porque cuando eso sucede el objetivo se ha cumplido: ¨Hemos logrado imbuirlos en un sueño de alegría y felicidad tan necesario en estos días¨, explicaron
Malabares, magia de grandes ilusiones, equilibrios a gran altura, perros adiestrados, tigres y los payasos parodistas musicales son quienes llevan esa parte del sabor del circo de antaño. No faltan los mentados reptiles, las serpientes y tortugas llegadas de las Islas Galápagos.
Y ahí estarán hasta el 13 de enero con entradas a precios populares.
La compañía está formada por 100 personas de los cuales 30 son los artistas procedentes de Italia, Alemania, Kenya, Francia y Europa del Este.
Y tiene argumento con una niña de protagonista. Su padre carecía de dinero para hacer realidad sus sueños y a partir de ese momento se produce todo un espectáculo donde el espectador también forma parte de ese hilo conductor.
Para saber más:
www.elcircodelaplazadetoros.com