En un nuevo y repugnante método para cosechar más fondos, el grupo terrorista busca vender el cuerpo del rehén estadounidense decapitado, James Foley. Es tal el salvajismo que ha exhibido el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) en estos meses que ya nada sorprende en sus métodos.
“Piden un millón de dólares y dicen que enviarán el ADN a Turquía, pero quieren primero el dinero”, aseguró al portal BuzzFeed una de las tres fuentes que, bajo anonimato, revelaron la intención de los yihadistas.
Según consigna el portal, esas fuentes funcionan como intermediarios que están en contacto con el Estado Islámico. Uno de ellos, un ex combatiente rebelde sirio, aseguró que el motivo de su intervención en esta operación es para ayudar a que la familia recupere los restos de Foley.
Otro de ellos, un hombre de negocios con conexiones con el Estado Islámico, en cambio, fue sincero con respecto a su principal objetivo: “Esto es un negocio”.
Sin embargo, resulta poco probable que esta operación sea llevada a cabo. Estados Unidos, al igual que el Reino Unido, se opone a negociar con terroristas incluso cuando se trata de la liberación de rehenes.
Otros países europeos, en cambio, han pagado en el pasado millonarios rescates que aumentaron considerablemente las arcas de los yihadistas.
Un funcionario del Departamento de Estado norteamericano sostuvo que se está “buscando más información” sobre este tema, mientras que un diplomático de alto rango calificó la idea de “repugnante”.
Esta práctica no es nueva. El comercio de rehenes occidentales generó un nuevo mercado en el que intermediarios interesados buscan participar de la negociación para recibir una comisión.
VLCNoticias|Redacción