Una fuerte explosión escuchada la noche del pasado sábado en una arboleda colindante al Aeropuerto Internacional de Managua ha generado una avalancha de especulaciones en Nicaragua. El Gobierno la ha atribuido a la caída de un meteorito que dejó un cráter de 12 metros de diámetro y 5,5 de profundidad. El presidente, Daniel Ortega, ha pedido ayuda al Servicio Geológico de EE UU para investigar lo ocurrido.
La caída del meteorito ha sido puesta en duda por especialistas de la NASA, ya que ninguna persona vio una bola de fuego ni destellos en el cielo. El lunes, Bill Cooke, jefe de la Oficina Ambiental de Meteoritos de la NASA considera improbable que el cráter lo haya causado cualquier clase de meteoro.
“Creemos que la explosión corresponde más o menos a una tonelada de TNT”, ha opinado Cooke. Según las fotos publicadas por el Gobierno –una de las cuales acompaña a esta información–, el cráter “podría haber sido causado por cualquier tipo de explosión o por la detonación de un explosivo desde el suelo”. Mientras tanto, la primera dama y portavoz oficial, Rosario Murillo ha afirmado que “para nosotros es bueno, porque en un país tan pequeño, el que caiga un meteorito es un acontecimiento científico que celebramos y saludamos”.
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