El Péndulo | Redacción.- El Museo de Bellas Artes de Valencia, con la colaboración de CulturArts IVC+R, está restaurando diversas pinturas del siglo XX para incorporarlas a su colección permanente dentro del plan de recuperación de obras que está realizando para ofrecer un museo vivo y en continua renovación.
Entre las obras que en estos momentos están en el taller de restauración del Museo se encuentran ‘La muerte de D. Quijote’ (1926), de José López Tomás; ‘El sátiro’ (1906), de Antonio Fillol; y ‘La matanza de los inocentes’ (ca. 1936), de Rosario Velasco.
Son cuadros de grandes dimensiones que, una vez concluya su restauración, serán incorporados a la colección permanente y servirán para mostrar a los visitantes obras hasta ahora ocultas.
El primero de los cuadros que se expondrá será ‘La muerte de D. Quijote’ (1926), del pintor alicantino José López Tomás, con el que el Museo de Bellas Artes quiere homenajear a Miguel de Cervantes en el cuarto centenario de su muerte.
Esta obra también recibe el nombre de ‘En los nidos de antaño, no hay pájaros hogaño’ (último refrán que aparece citado en ‘El Quijote’ II 74), y refleja el momento en el que Don Quijote recupera la cordura. El Museo tiene previsto exponer el cuadro acompañado de un ejemplar del libro que explique la escena y se ubicará en el vestíbulo principal del Museo.
‘El sátiro’, de Antonio Fillol, retrata una escena de gran dureza social: una niña tras ser violada asiste a una rueda de reconocimiento en la cárcel de las torres de Serranos. Esta obra formará parte de la exposición itinerante que organiza el Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana hasta diciembre de 2016, y posteriormente, se incorporará mediante un contrato de comodato suscrito entre la Conselleria d’Educació, Investigació, Cultura i Esport y sus propietarios a los fondos del Museo de Bellas Artes por un período de cinco años.
Por su parte, ‘La matanza de los inocentes’, de Rosario Velasco, recordando un pasaje evangélico, denuncia los daños colaterales que producen los conflictos bélicos en la población civil, como queda reflejado en los rostros de angustia y dolor de las mujeres y de sus hijos.
Estos dos últimos cuadros se enmarcan en la corriente de vanguardias pictóricas de denuncia social que fueron relegados al ostracismo por su mensaje molesto e incómodo para los poderes públicos y la sociedad del momento.
El Plan Museológico del Museo de Bellas Artes de Valencia incluye entre sus líneas de trabajo la recuperación de patrimonio y obras de arte de los siglos XIX y XX, que hasta ahora se guardaban en los almacenes, y su inclusión en la colección permanente atraerá nuevos visitantes.
El director del Museo de Bellas Artes de Valencia, José Ignacio Casar, señaló que “estas actuaciones ejemplifican el trabajo a buen ritmo que el Departamento de Restauración del Museo, en colaboración con CulturArts IVC+R, está realizando en los últimos meses para que, cuando acaben las obras de la quinta fase del edificio y se ponga en marcha el Plan Museológico, se puedan añadir nuevos contenidos a la colección permanente”.