- Se trata de una colaboración entre el Ayuntamiento de Valencia y la Fundación Chirivella Soriano
- La muestra está ya abierta al público en la sala de exposiciones temporales del museo
- La exposición reúne obras de un total de 25 artistas que plasman su mirada sobre el color como elemento comunicativo
El Museo de la Ciudad acoge la exposición “Vida y color”, una muestra colectiva que puede visitarse ya en la sala de exposiciones temporales del espacio museográfico, donde permanecerá abierta al público hasta el próximo mes de noviembre. Se trata de una iniciativa impulsada desde la Concejalía de Cultura y Patrimonio con la colaboración de la Fundación Chirivella Soriano.
La muestra, que fue inaugurada el pasado viernes, 15 de septiembre, forma parte de la programación y as actividades previstas en el marco del convenio de colaboración entre ambas instituciones. En total, se presenta la obra de hasta 25 artistas que plasman su mirada particular sobre el color como elemento plástico de comunicación y de elaboración artística.
Los nombres que protagonizan la exposición “Vida y color” son los de los artistas Manuel Quejido, Gustavo Torner, Ramón Vallés, Darío Urzay, Xavier Grau, Gerardo Rueda, Jordi Teixidor, Juan Narciso Navarro, Fernando Lorite, Martin Noguerol, Fernando Peiró Coronado, Jordi Pallarés, Sam Francis, Vicente Esteban, Manuel Navarrete Patiño, Albert Rafols Casamada, José Guerrero, Mompó, Daniel Verbi, Antonio Saura, Alberto Peral, Juan Antonio Toledo, Federico Guzmán, Nico Munuera y Rafael Canogar.
El color y el arte “no representacional”
Tal como se señala desde la organización de la muestra, el color como motivo de creación, se convirtió, desde finales del siglo XIX y hasta principios del XX, en la preocupación central de las pintoras y pintores europeos. Ello se concretó en el desarrollo de una nueva era de libertad visual, que allanó el camino para el llamado “arte no representacional”.
El instrumento para ello es la abstracción, “como herramienta para la liberación de las formas de todo contenido superfluo para poder percibir las realidades esenciales”. De hecho, el formalismo en la abstracción se basó en el color como uno de sus ejes centrales. En la década de 1960, el colectivo de artistas más jóvenes empezó a percibir la abstracción formalista como una concepción convencional y conservadora del arte. Y hoy día, el color atañe tanto a la filosofía del arte como a las tecnologías asociadas.
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