El Péndulo | Agencias.- Helena Sorolla García (Valencia 1895-Alaior, Madrid, 1975), fue la hija menor del matrimonio Sorolla. Su padre le hizo numerosos retratos, el primero de los cuales es la cabecita que sobresale entre las sábanas en el cuadro Madre, que conmemora su nacimiento.
Desde muy joven mostró inclinación por la escultura y tuvo como maestro al escultor valenciano José Capuz. Esculpió y modeló, siempre del natural, y en todo tipo de materiales.
Participó en algunas exposiciones importantes, entre ellas, la exposición de Arte joven valenciano de 1917, la exposición de arte de Barcelona de 1922, o la que organizó en 1926 el Club femenino Español en Madrid. Cuando en 1922 se casó con Victoriano Lorente, dejó numerosas obras de su mano en la casa familiar, donde se han mantenido siempre expuestas.
Recientemente sus herederos han donado trece piezas a la Fundación Museo Sorolla, o han renovado su depósito en el Museo, entre las que destacan por su belleza, ‘Desnudo femenino recostado’, ‘Coqueta’, ‘Muchacha sentada’, ‘Sevillana bailando’ o ‘Saeta’.
Se completa la exposición (para resaltar la figura de Helena Sorolla) con un retrato de ella, pintado por su padre y prestado por su familia para esta ocasión. Helena con túnica amarilla presidirá la sala I del Museo durante ese mes de marzo de 2015. Se la muestra a la edad de 14 años como una joven hermosa y refinada, con un abrigo de piel y una túnica dorada, sin duda un modelo Delphos del taller veneciano de Fortuny y Madrazo.
Durante el mes de marzo el programa didáctico del Museo girará en torno a la figura de Elena escultora. Los talleres infantiles se centrarán en el arte del modelado; las visitas para adultos, que se realizarán todos los viernes del mes, harán un recorrido por las esculturas de la autora que se exponen en el Museo.
Es nuestra arma para acabar con la impunidad de los más poderosos.
Te necesitamos a ti también para seguir haciendo un periodismo libre de presiones políticas y económicas
Hay mucho trabajo detrás de una noticia. Contrastar fuentes, redactar, analizar, recabar información… Pero todo esto implica unos costes muy altos, porque aunque parezca una obviedad, hacer buen periodismo, en estos momentos, es complicado.