15 de abril de 2025
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El Oceanogràfic de València recibe dos rayas tiburón, especie en peligro crítico de extinción, tras una compleja operación internacional

Los ejemplares, procedentes del acuario de Okinawa, se integran en un programa de conservación ex situ que busca evitar la desaparición de esta singular especie marina


Una incorporación estratégica para la conservación marina global

El Oceanogràfic de València ha dado un paso decisivo en su compromiso con la conservación de especies amenazadas al recibir recientemente dos hembras de raya tiburón (Rhina ancylostomus), una especie catalogada como críticamente amenazada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Los animales, que ahora habitan en las instalaciones del mayor acuario de Europa, han llegado tras un viaje de más de diez meses de planificación y traslados desde el acuario de Okinawa, en Japón, pasando por Taiwán, Turquía y Madrid, hasta su destino final en Valencia.


Una especie única en estado crítico

La raya tiburón, también conocida como wedgefish, es un elasmobranquio cuya fisionomía recuerda tanto a las rayas como a los tiburones. Su morfología robusta y su gran tamaño la convierten en una especie de difícil manejo en cautividad, lo que complica enormemente su conservación.

Esta especie ha visto drásticamente reducida su población en las últimas décadas debido a la sobrepesca, la pérdida de hábitat y la alta demanda de sus aletas en mercados asiáticos.


Un viaje de 10 meses, 3 continentes y múltiples retos logísticos

El operativo comenzó el 21 de noviembre de 2024 con el traslado aéreo de seis ejemplares desde Okinawa hasta Taiwán. Sin embargo, los planes iniciales se vieron truncados por problemas administrativos y un tifón, que obligaron a reubicar a los animales en el National Museum of Marine Biology and Aquarium durante dos meses.

Durante esta estancia prolongada, uno de los ejemplares falleció por causas aún no determinadas. Los cinco restantes retomaron el viaje en enero de 2025, ya considerablemente más grandes y pesados, lo que obligó a rediseñar los tanques y los sistemas de oxigenación para garantizar su bienestar.


Una colaboración internacional sin precedentes

Tras una parada técnica en Estambul, los ejemplares llegaron a Madrid el 21 de enero. Allí se realizaron los controles aduaneros y veterinarios obligatorios, antes de que cuatro de ellos continuaran viaje por carretera hacia Valencia y uno fuera trasladado al Oceanario de Lisboa.

Finalmente, el 22 de enero, las rayas llegaron al Oceanogràfic, donde permanecieron en cuarentena hasta su completa aclimatación. Dos de estos ejemplares, ambas hembras, forman ahora parte de un grupo reproductor en la instalación de Océanos, donde convivirán con dos machos residentes desde hace años.

Los otros dos machos se han destinado a otros centros europeos colaboradores: el Acuario de Nausicaá (Francia) y el Burgers’ Zoo (Países Bajos).


El Oceanogràfic, referente europeo en el manejo de rayas tiburón

Desde 2018, el Oceanogràfic ha mantenido ejemplares de esta especie, lo que ha permitido a su equipo desarrollar una experiencia pionera en Europa en el cuidado de este tipo de rayas.

Carlos Taurá, coordinador del traslado, destaca que solo tres centros zoológicos en el mundo han conseguido reproducir con éxito a la raya tiburón en cautividad, y que este es el objetivo central del programa: garantizar la supervivencia a largo plazo de una especie al borde de la extinción.


Un esfuerzo global para proteger lo que el mar está perdiendo

La llegada de estas rayas tiburón se enmarca en una red internacional de colaboración entre acuarios que actúan como “bancos de vida” para especies gravemente amenazadas. Gracias a estos programas de conservación ex situ, se pretende no solo preservar individuos vivos, sino también investigar y fomentar la reproducción controlada para, en un futuro, reintroducir especies en la naturaleza si las condiciones lo permiten.


Conservación con impacto: educación, ciencia y acción coordinada

El trabajo del Oceanogràfic de València va más allá de la exhibición pública. Las instalaciones combinan la divulgación ambiental con la investigación científica, colaborando con universidades, ONG y autoridades medioambientales.

Iniciativas como esta demuestran que los acuarios modernos pueden ser aliados fundamentales en la lucha contra la extinción, al tiempo que sensibilizan a miles de visitantes sobre la fragilidad de los ecosistemas marinos.


¿Qué papel deberían tener los acuarios y centros zoológicos en la protección de especies en peligro de extinción como la raya tiburón?

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