El Palacio de Congresos de Valencia: Impulso al Turismo Municipal
A finales del siglo XX, Valencia vivió una competición destacada. Mientras la Generalitat lanzaba l’Hemisfèric, parte de la Ciudad de las Ciencias, el Ayuntamiento inauguraba el Palacio de Congresos en 1998. Estos proyectos lideraron la segunda ola de transformación urbana con una arquitectura de renombre internacional, enfrentando a los arquitectos Santiago Calatrava y Norman Foster.
La rivalidad institucional, gestionada por el mismo partido, desencadenó una serie de beneficios para la ciudad. Durante el período de 1995 a 2002, Valencia se embarcó en esta transformación bajo la dirección del presidente Eduardo Zaplana y la alcaldesa Rita Barberá, quienes apoyaron a arquitectos de prestigio internacional: Calatrava en la Ciudad de las Ciencias y Foster en el Palacio de Congresos.
Ambas infraestructuras señalaron un auge urbano significativo. Mientras la Ciudad de las Ciencias fomentaba el desarrollo en Camins al Grau y Monteolivete, el Palacio de Congresos impulsaba el cambio en la avenida de las Cortes Valencianas, albergando el proyecto de Nou Mestalla. En una década, se construyeron más de diez mil viviendas, transformando por completo la ciudad.
Rita Barberá contacto a Norman Foster en 1992, antes de que se planificara la Ciudad de las Ciencias. Foster, junto a Barberá, recorrió lugares emblemáticos como la Lonja, el cauce del Turia y el mercado de Colón, y finalmente optó por diseñar el Palacio de Congresos.
En 1995, Foster presentó una exposición de sus obras en la Lonja. Ese mismo año, Barberá promocionaba el futuro Palacio de Congresos como un centro de conferencias destacado en Europa, parte del plan urbanístico de Ademuz, una zona estratégica para Valencia.
Tras las elecciones de 1995, Eduardo Zaplana, con su mayoría absoluta, acordó colaborar con el proyecto del Ayuntamiento, aportando el 40% de su coste en julio de 1996. La colocación de la primera piedra ocurrió en marzo de ese año y el proyecto fue un ejemplo de cooperación entre administraciones.
El Valencia Convention Bureau, fundado por la administración socialista en los años ochenta, fue crucial en la promoción turística de la ciudad, desempeñando un papel importante durante la Copa América de 2003. Alfonso Grau y Roc Gregori, encargados del turismo para el Ayuntamiento y la Generalitat respectivamente, llenaron el otoño de 1998 de eventos.
El Palacio de Congresos fue inaugurado por el rey Juan Carlos el 2 de julio de 1998. En su discurso, el monarca resaltó el dinamismo de Valencia y su compromiso con el futuro, destacando la singularidad arquitectónica del edificio.
En 2002, el Palacio alcanzó la autofinanciación y Valencia celebró un récord de dos millones de pernoctaciones turísticas. A pesar de los altibajos económicos, el Palacio ha sido una herramienta clave para el turismo, con audiencias de hasta 1.500 personas en sus auditorios y más de 110.000 pernoctaciones en los últimos reportes.
Además, como parte del 160 aniversario de LAS PROVINCIAS, se llevará a cabo una exposición sobre el desarrollo urbanístico de la ciudad en el Centre del Carme Cultura Contemporània, abierta al público del 11 de diciembre a febrero.
