Francisco se reunió con el dictador cubano durante cerca de media hora. Al encuentro también asistieron la esposa del ex presidente de la isla y sus hijos. Hubo intercambio de regalos
En una conferencia de prensa en el Hotel Nacional en La Habana, el padre Lombardi informó que en la reunión estuvieron presentes la esposa, hijos y nietos de Castro, al que se refirió como“el Comandante”.
“Fue una conversación muy informal” sobre “temas de la problemática mundial como el medio ambiente”, indicó Lombardi y luego mencionó que hubo un intercambio de regalos.
El Papa regaló libros a Castro porque este le había pedido a Benedicto XVI que le enviara libros de interés para leer.
El Sumo Pontífice le obsequió libros del teólogo italiano Alessandro Bronzato (La boca se nos llenó de risas y Evangelios molestos) así como un libro y CD con lecturas realizadas por el sacerdote Armando Llorente, tutor del ex gobernante cuando asistía al colegio jesuita Belén en La Habana.
Por su parte, Lombardi explicó que Castroel dictador cubano le dio al Papa el libro Fidel y la religión de Frei Betto con una dedicatoria y su firma.
Fidel, quien gobernó durante casi medio siglo hasta que dejó el poder en el 2006 a causa de una enfermedad, fue reemplazado oficialmente en el 2008 por su hermano Raúl como presidente del país comunista.
Encuentro con Raúl
El Papa hoy tiene prevista una visita de cortesía al gobernante cubano Raúl Castro en el Palacio de la Revolución.
Francisco y el mandatario tuvieron oportunidad de conversar a la llegada del pontífice el sábado y al finalizar la misa oficiada el domingo en la mañana en La Habana.
Se espera que el domingo el Papa se pasee también por las avenidas Carlos III y por el Paseo del Prado en la capital, camino al encuentro con jóvenes en el antiguo Seminario San Carlos y San Ambrosio, ahora sede del Centro Cultural Padre Félix Varela.
Es nuestra arma para acabar con la impunidad de los más poderosos.
Te necesitamos a ti también para seguir haciendo un periodismo libre de presiones políticas y económicas
Hay mucho trabajo detrás de una noticia. Contrastar fuentes, redactar, analizar, recabar información… Pero todo esto implica unos costes muy altos, porque aunque parezca una obviedad, hacer buen periodismo, en estos momentos, es complicado.