Las masivas ejecuciones fueron llevadas a cabo en una aldea de la provincia de Sistán y Baluchistán. Crece el número de sentencias a muerte de la República Islámica
Shahindokht Molaverdi, vicepresidente de la sección de la Mujer y la Familia en el gobierno de Hassan Rohani, aseguró que todos los hombres de un pueblo en la provincia iraní de Sistán y Baluchistán fueron ajusticiados.
Ese pueblo, situado a unos cien kilómetros al sudoeste de Zahedan, ahora fue identificado como Roushanabad.
“Tenemos un pueblo en Sistán y Baluchistán en el que todos los hombres han sido ejecutados”, reconoció Molaverdi en una entrevista con la agencia de noticias Mehr.
Sin embargo, la funcionaria persa no precisó a qué pueblo se refería.
El Consejo Nacional de la Resistencia iraní señaló que hace dos años y medios, “cuando Rohani se convirtió en el presidente de la dictadura religiosa”, llegaba con la promesa de ser un moderado. Pero desde que asumió el poder, se llevaron a cabo más de 2.300 ejecuciones en Irán.
“Los juicios injustos continuaron, en algunos casos terminaron en sentencia de muerte… Los tribunalesimpusieron condenas a muerte por una serie de delitos; muchos prisioneros, incluyendo al menos a cuatro delincuentes menores de edad, fueron ejecutados”, señaló Amnistía Internacional en su reciente informe anual.
“Muchos juicios, entre ellos algunos que dieron lugar a las sentencias de muerte, fueron manifiestamente injustos. Antes del juicio, los acusados fueron recluidos con frecuencia durante semanas o meses durante los cuales tenían poco o ningún acceso a abogados ni a sus familias, y fueron obligados a escribir o firmar ‘confesiones’que luego fueron utilizados como prueba principal contra ellos en procedimientos injustos”, agregó el informe.