El Río de la Vida que transcurre en el tramo del Jardín del Turia existente enfrente de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, y entre dos puentes salidos de la mano del arquitecto Calatrava, ha vuelto a cobrar existencia.
El agua transcurre de nuevo por su lecho. Esto se produce a los pocos días de que Valencia Ciudad denunciara que estaba seco debido a la rotura de la bomba que articula la circulación, cuya reparación iba para un mes, según pudo conocer éste diario digital.
Los viandantes y los turistas han visto de nuevo como una de las partes fundamentales del tramo vuelve a la actividad y los edificios del urbanista de Benimàmet se reflejan en el agua mientras en los pequeños puentes los recién casados vuelven a fotografiarse.
La vida recobra su actividad y los niños y jóvenes atraviesan el leche por la zona donde hay piedras.
Toda una vida que sólo ha quedado suspendida unas semanas en vez de algo más de un mes en unos días, los de agosto, donde las visitas a la Ciudad de las Artes aumentan y el paso de personas por ese espacio no ha decrecido apenas a pesar de ser uno de los meses estivales con mayor éxodo vacacional.
Ciclistas, corredores, peatones, familias y grupos de amigos dan vida a uno de los mayores espacios de ocio de la ciudad.
VLCCiudad