La historia detrás de la creación de la Estatua de la Libertad es fascinante y llena de curiosidades que pocos conocen. Muchos saben que fue un regalo de Francia a los Estados Unidos en 1886, pero lo que no se sabe es que el escultor francés Frédéric-Auguste Bartholdi se inspiró en un monumento italiano para crear su obra maestra.
Durante su viaje a Italia en 1871, Bartholdi quedó impresionado por la majestuosidad y belleza de una estatua monumental situada en el lago Maggiore, en la ciudad de Arona. Se trata del Coloso de San Carlo Borromeo, una estatua de unos 23,5 metros de altura dedicada al arzobispo de Milán que vivió durante el Renacimiento. Bartholdi quedó fascinado por la estructura interna de la estatua y su diseño, que le sirvieron de inspiración para crear la Estatua de la Libertad.
Pero el Coloso de San Carlo Borromeo no fue el único monumento italiano que inspiró a Bartholdi. También se dice que se inspiró en el Coloso de Rodas, una estatua de bronce del dios griego Helios que se erigía en el puerto de la isla de Rodas en la Antigüedad.
Una vez que Bartholdi regresó a Francia, comenzó a diseñar la Estatua de la Libertad. Para ello, se asoció con el famoso ingeniero Gustave Eiffel, quien diseñó la estructura interna de la estatua. La estatua fue construida en Francia y luego desmontada y enviada en piezas a los Estados Unidos, donde fue ensamblada en su ubicación actual en la isla de la Libertad, en la entrada del puerto de Nueva York.
Pero el homenaje de la Estatua de la Libertad al Coloso de San Carlo Borromeo no terminó ahí. Al pie de la estatua se encuentra una placa dedicada a Sancarlone, en la que se explica cómo se construyó la emblemática estatua neoyorquina siguiendo el modelo del coloso italiano.
La Estatua de la Libertad se ha convertido en uno de los símbolos más importantes de los Estados Unidos y es visitada por millones de personas cada año. Pero pocos saben que su origen está en Italia y que su diseño está inspirado en un monumento italiano. La conexión entre estas dos obras de arte es un ejemplo más de la importancia de la cultura y la historia en la creación de obras maestras que perduran en el tiempo.