El Péndulo | Redacción.- El Síndic de Greuges volvió a dirigirse a la Conselleria de Cultura para pedirle la protección del lienzo y torre de la muralla árabe de la Plaza del Ángel en el barrio del Carmen, cuyo abandono fue denunciado en reiteradas ocasiones por la asociación Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural. Así, el Síndic, José Cholbi, insta de nuevo a la administración autonómica, a instancias de dicho colectivo, a “extremar los esfuerzos para conservar este importante Bien de Interés Cultural (BIC) del siglo XI”.
El colectivo denuncia que ya son las segundas recomendaciones que el Síndic de Greuges realiza a la Conselleria de Cultura, tras el incumplimiento de unas primeras recomendaciones que ya fueron aceptadas en su día por la administración. “Es el segundo toque de atención”, advierte César Guardeño, presidente de la entidad, pero a pesar de todo, la administración valenciana no ha adoptado ninguna medida para su conservación y rehabilitación a pesar de que “se comprometió a hacerlo”. “Es injustificable que la administración se escude constantemente en la falta de medios económicos para acometer los trabajos solicitados”. Ante tal dejadez, la situación se agrava. La rehabilitación de la muralla árabe es “urgente y prioritaria”, a juicio del colectivo, debido a su mal estado de conservación, deterioro y desprendimientos.
Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural lleva denunciando formalmente el abandono y ruina de la muralla desde octubre de 2013, exigiendo que las Administraciones Públicas competentes en la materia adopten medidas de protección y rehabilitación, pero a pesar de las recomendaciones del Síndic, las instituciones persisten en su “actitud negligente e imprudente” al continuar sin intervenir sobre un BIC “abandonado hace décadas y protegido por la ley”, recuerdan.
Por otra parte, Esteban Longares, miembro de la entidad, señala que además de acometer las obras de rehabilitación es necesario poner en valor este valioso patrimonio del siglo XI, “como se haría en cualquier otra ciudad”, ya que además “dinamizaría” el entorno urbano de esta zona del barrio del Carmen, “muy deteriorada” por los numerosos solares llenos de vegetación, suciedad y edificios en ruina. “Es tal el abandono de la muralla que ni tan siquiera han colocado carteles explicativos, por lo es un bien cultural muy desconocido por los propios valencianos, lamenta. “Si estuviera en condiciones sería otro reclamo turístico más”, como se hace en aquellas ciudades que han apostado por el turismo cultural y por conservar su patrimonio.
En Ciutat Vella, y especialmente en el barrio del Carmen, se conservan tramos de la muralla árabe integrados en viviendas y en establecimientos comerciales. En la Baja Edad Media los habitantes empezaron a adosar sus viviendas a este colosal muro defensivo, después de perder su finalidad defensiva por la construcción de la nueva muralla cristiana del siglo XIV. Se da la circunstancia de que las partes de la fortificación que pasan por las plantas bajas de propiedades privadas está, en general, en buen estado de conservación, lo contrario de lo que ocurre con los tramos que son de titularidad pública, como los que se encuentran en la plaza del Ángel y en la calle Salinas, donde se produce una ruina creciente por el abandono de los dirigentes políticos responsables. “En la mayor parte de las plantas bajas de las viviendas o en los comercios, la muralla está restaurada”, subrayan.
Salvo los restos conservados en la Galería del Tossal, de propiedad municipal, la recuperación de la muralla se ha hecho a partir de actuaciones aisladas, en muchas ocasiones pagadas por particulares, entidades culturales y la Universitat de València, quienes también la han hecho visitable, como el Centre Cultural Octubre, la Nau o el colegio mayor Rector Peset.