El Péndulo | Jimmy Entraigües.– Se presentó esta mañana la pieza teatral ‘Nathalie X’, un texto original de Philippe Blasband, bajo traducción de José R. Fernández y dirección de Carlos Martín, que reunió, junto a su director, a Cristina Higueras y Mireia Pàmies, ambas actrices principales intérpretes de la obra, que estarán acompañas, en la escena, por Marina Barba al violonchelo, autora de las composiciones musicales del espectáculo.
‘Nathalie X’ estará en las tablas del Teatro Talía desde mañana, miércoles 18, hasta el próximo domingo 22, desde donde comenzará una gira por gran parte de los teatros españoles.
Para Carlos Martín, “la obra es intensa, de emociones eróticas y de sentimientos muy a flor de piel. Son dos mujeres distintas: una es cantante de ópera, la otra es una prostituta de lujo y…, entre ambas acaban pactando una relación que al principio será difícil pero que al final termina convirtiéndose en un equilibrio muy particular”.
Por su parte Cristina Higueras comentó que “estando en casa vi la película de Atom Egoyan y, tras cinco años de ausencia del mundo teatral, pensé ‘por un texto así volvería al teatro’ y…, dos semanas después me llama Carlos para proponerme hacer la obra. No me lo podía creer”.
A la pregunta de este periódico sobre si la dramaturgia explora en el papel de la prostituta, que interpreta Pàmies, al tratarse de un personaje intermediario entre la mujer abandonada y el marido ausente, Martín aseguró que “sí que hemos valorado mucho ese matiz. Era muy interesante explorar cómo siente y como sentía el personaje de Nancy la relación con el marido de Sonia. Era importante dotar a la obra de ese valor, ese juego casi chamánico que ofrece Nancy al trasmitir sus sensaciones y emociones a Sonia. Eso la obliga a plantearse cosas sobre ella misma y sobre la mujer que la contrata. Es algo que ninguna de las dos versiones cinematográficas aborda como lo hacemos en nuestra versión”.
Según Mireia Pàmies, “es un juego a tres bandas que combina muchas fragilidades. Aunque el marido nunca aparece, está presente en la música del violonchelo y está presente en las conversaciones de las dos mujeres. El marido es casi una excusa para profundizar en el universo de dos mujeres atrapadas en una espiral de seducción, celos, despecho, traiciones. Entre Nancy y Sofía nacen nuevas emociones. Se descubrirán a sí mismas pasajes importantes de sus vidas y eso las cambiará para siempre. El erotismo que tiene la obra no es más que una válvula de escape para los temas que afectan a estas dos mujeres”.