La familia del reconocido músico valenciano Javier Mustieles, quien fue teclista en grupos como Mocedades y Tennessee, ha denunciado una situación lamentable ocurrida tras su fallecimiento. Según relata su exesposa, Alicia Renales, el Hospital General de València decidió enterrar a Mustieles en una tumba de la beneficencia del cementerio valenciano sin haber informado a la familia y a pesar de tener un contacto con ellos.
Alicia Renales ha puesto el caso en manos de su abogado y presentará una queja formal al Hospital, ya que no comprende la premura con la que se realizó el entierro de su exmarido y padre de su hijo de 16 años. Según explica, Javier Mustieles estaba perfectamente identificado, ya que llevaba consigo su documentación al momento de su fallecimiento.
Por su parte, el Hospital General ha informado que se cumplió con el protocolo establecido y se intentó contactar con algún familiar sin éxito. Se comunicaron con la Policía y otras instituciones en un esfuerzo por localizar a algún familiar, pero no se obtuvo respuesta. Desde el centro hospitalario aseguran que, una vez que la familia se presentó, se les explicaron todas las acciones tomadas.
La exmujer de Javier Mustieles relata que él ingresó al hospital el 4 de julio debido a una enfermedad grave que padecía desde hace tiempo y falleció la noche siguiente. El 6 de julio, comenzaron a tramitar los trámites funerarios con el Ayuntamiento, y finalmente fue enterrado el día 10, tal como consta en el certificado del Registro Civil.
Alicia Renales expresa su sorpresa ante la rapidez con la que se llevó a cabo el entierro, ya que su exmarido estaba debidamente identificado y se pudo encontrar su número SIP y el teléfono de un hermano. Sin embargo, no pudieron contactar con él debido a diversas circunstancias, como una mudanza y la falta de respuesta a las llamadas. La familia se enteró de la muerte de Javier cuando sus compañeros de trabajo intentaron obtener información sobre la hora del entierro y fue entonces cuando se les comunicó su fallecimiento.
La exesposa de Mustieles cuestiona la decisión tomada por la administración de enterrarlo de manera tan precipitada, teniendo en cuenta que tenía familia y amigos. Considera que, a pesar de las dificultades para contactar con su hermano, el trabajo de los trabajadores sociales debería haber continuado insistiendo en encontrar a un familiar. Además, lamenta que Javier no podrá ser incinerado, como deseaba, y su cuerpo deberá permanecer inhumado durante cinco años.
Esta situación ha generado críticas hacia el hospital por parte de la familia y ha levantado interrogantes sobre los procedimientos seguidos en casos similares. La falta de comunicación y la premura en la inhumación han causado malestar y han dejado a la familia devastada ante el triste final del talentoso teclista de Mocedades.