El sector turístico se consolida como el principal motor de crecimiento económico en España, impulsando el empleo y generando un importante efecto arrastre en otras áreas de la economía nacional.
El Banco de España ha destacado el papel fundamental que desempeña el turismo en el crecimiento económico del país, resaltando que este sector ha sido clave para la creación de empleo y para la dinamización de otros sectores productivos. Según Ángel Gavilán, Director General de Economía del Banco de España, cada euro adicional generado por el turismo tiene un efecto multiplicador que impacta de forma directa en diversas ramas de la economía, lo que subraya la importancia de mantener y fortalecer esta industria.
El turismo, clave en la economía española
El turismo ha sido un pilar económico en España desde hace décadas, pero en los últimos años ha adquirido un papel aún más relevante. Según el Banco de España, en 2023, el sector fue responsable de la creación del 28% del empleo en el país, y entre enero y agosto de 2024 representó el 23%. Estos datos ponen de manifiesto la importancia del turismo no solo como fuente de ingresos directos, sino también como un generador de oportunidades laborales que impacta de manera positiva en la economía española.
Durante la IV Convención de Turespaña, celebrada en Arona, Tenerife, Ángel Gavilán presentó un análisis detallado sobre el estado del sector, afirmando que en 2023 las exportaciones netas de servicios turísticos contribuyeron en 0,6 puntos porcentuales al crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del país, una cifra que sigue mostrando la vitalidad de este sector.
Efecto arrastre: el impacto del turismo en otros sectores
Uno de los aspectos más destacados del análisis presentado por Gavilán es el llamado “efecto arrastre” que el turismo genera sobre otros sectores económicos. Según el Banco de España, por cada euro adicional que produce el turismo, se generan dos euros más en otros sectores económicos. Esta dinámica es particularmente visible en sectores como el de alimentos y bebidas, el comercio mayorista y minorista, y el inmobiliario.
Por ejemplo, cada euro generado en el turismo añade 30 céntimos al sector de alimentos y bebidas, 20 céntimos al comercio, y 10 céntimos al inmobiliario. Estos pequeños efectos, cuando se suman, crean un impacto económico significativo que beneficia a una amplia gama de industrias en todo el país.
Factores que impulsan el crecimiento turístico
El crecimiento del turismo en España se debe a una combinación de factores. Uno de los más relevantes ha sido el cambio en los hábitos de consumo desde la pandemia, que ha desplazado la demanda de bienes hacia servicios, incluyendo los turísticos. Este cambio estructural ha favorecido la recuperación y el crecimiento del sector, incluso por encima de las expectativas iniciales tras la reapertura de la economía.
Además, la incertidumbre geopolítica en otras regiones competidoras ha jugado un papel importante, desviando flujos turísticos hacia destinos como España, considerados más seguros y atractivos. Otro aspecto destacado por Gavilán es la diversificación estacional y geográfica que ha experimentado el turismo internacional, lo que permite un crecimiento sostenido del sector a pesar de las limitaciones de capacidad.
Desafíos y obstáculos para el sector turístico
A pesar de los buenos resultados obtenidos por el turismo en los últimos años, el Banco de España ha señalado una serie de retos que el sector deberá afrontar para mantener su dinamismo en el futuro. Entre los principales desafíos se encuentran la necesidad de mejorar la productividad, incrementar los niveles de innovación y digitalización, y abordar problemas estructurales del mercado laboral y del tamaño de las empresas.
1. Productividad y competitividad
Uno de los aspectos más preocupantes es la baja productividad del sector en comparación con otros. Gavilán indicó que el gasto en innovación dentro del turismo está por debajo de la media nacional, lo que puede limitar el potencial de crecimiento a largo plazo. En un mundo cada vez más digitalizado, la adopción de nuevas tecnologías y la capacidad de innovar son fundamentales para que las empresas turísticas sigan siendo competitivas.
2. Mercado laboral y falta de mano de obra
El mercado laboral es otro de los puntos críticos para el sector. Aunque el turismo ha sido un motor importante en la creación de empleo, también enfrenta problemas derivados de la falta de personal cualificado y la dificultad para cubrir ciertos puestos de trabajo. Según un estudio del Banco de España, muchas empresas tienen dificultades para alcanzar sus objetivos de plantilla, lo que limita su capacidad de crecimiento. Este problema es especialmente acuciante en sectores como la hostelería, donde los empleos suelen ser temporales y mal remunerados, lo que dificulta la retención de talento.
3. Tamaño de las empresas
El tamaño de las empresas también es un factor limitante en la evolución del sector. Muchas empresas turísticas en España son pequeñas y medianas (pymes), lo que las hace menos competitivas en el mercado global. Gavilán señaló que es necesario desarrollar mecanismos que permitan a estas empresas escalar, accediendo a fuentes de financiación más allá de los bancos y adoptando modelos de negocio más eficientes.
4. Cambio climático y externalidades negativas
Otro de los desafíos destacados es el impacto del cambio climático y las externalidades negativas generadas por la actividad turística. La masificación en determinadas zonas, la presión sobre los recursos naturales y la saturación de servicios públicos son problemas que afectan tanto a la calidad de vida de los residentes como a la experiencia de los turistas.
Además, el aumento de la demanda de vivienda en destinos turísticos populares ha exacerbado la problemática del acceso a la vivienda para la población local. Aunque Gavilán aclaró que el turismo no es el único responsable de esta situación, reconoció que contribuye a agravarla en algunas áreas.
En este sentido, el Banco de España ha planteado la posibilidad de analizar la viabilidad de establecer impuestos pigouvianos, como la implementación de tasas turísticas o impuestos ambientales que permitan mitigar los efectos adversos del turismo en zonas particularmente afectadas por la saturación. Estos gravámenes, conocidos como impuestos pigouvianos, buscan internalizar los costes sociales y ambientales del turismo, generando ingresos que pueden destinarse a la protección del medio ambiente, la mejora de infraestructuras o el desarrollo sostenible de las zonas más afectadas por la afluencia masiva de visitantes.
La digitalización y la innovación, claves para el futuro del turismo
Uno de los pilares fundamentales para que el turismo continúe siendo un motor de crecimiento económico es la inversión en innovación y digitalización. La industria turística global está en proceso de transformación digital, con nuevas tecnologías como la inteligencia artificial, el big data y la automatización que ya están redefiniendo el modo en que las empresas operan y los viajeros interactúan con los destinos.
Sin embargo, según los datos del Banco de España, el sector turístico español está rezagado en este aspecto en comparación con otros sectores de la economía. Esta falta de inversión en tecnologías disruptivas pone en riesgo la capacidad de las empresas turísticas de mantener su competitividad en el escenario global.
Ángel Gavilán subrayó la importancia de que las pequeñas y medianas empresas (pymes) turísticas adopten soluciones tecnológicas que les permitan ser más eficientes y competitivas. Además, señaló que, para facilitar esta transformación, se requieren políticas públicas que ofrezcan incentivos para la digitalización y que favorezcan el acceso a fuentes de financiación alternativas que permitan a las pymes invertir en innovación.
La diversificación del turismo: Una necesidad a largo plazo
Otro reto señalado por Gavilán es la necesidad de diversificar la oferta turística para reducir la dependencia de determinados destinos y mercados. España sigue siendo uno de los principales destinos turísticos del mundo, pero enfrenta el riesgo de saturación en algunas de sus zonas más populares, como las Islas Baleares, la Costa del Sol o Barcelona, lo que puede tener un impacto negativo tanto en el entorno como en la calidad del turismo.
Para contrarrestar este riesgo, es fundamental que el país apueste por una diversificación geográfica y estacional del turismo, impulsando destinos menos saturados y promoviendo el turismo fuera de las temporadas altas. Esto no solo reduciría la presión sobre los destinos más concurridos, sino que también contribuiría a distribuir los beneficios del turismo de manera más equitativa por todo el territorio español.
Además, el Banco de España destaca la importancia de atraer nuevos segmentos de mercado, como el turismo sostenible, el turismo rural o el turismo cultural, que no solo pueden aumentar la resiliencia del sector frente a las fluctuaciones del mercado, sino que también contribuyen a mitigar los efectos negativos del turismo masivo.
El mercado laboral en el turismo: Tensiones y desafíos
Uno de los principales obstáculos que enfrenta el turismo en España es la tensión en el mercado laboral. A pesar de que el sector es uno de los mayores generadores de empleo, sigue siendo un ámbito marcado por la estacionalidad y la alta rotación de trabajadores. Esto provoca que muchos empleos turísticos sean temporales y, en muchos casos, precarios, lo que dificulta la atracción y retención de talento.
El Banco de España advirtió que para que el turismo siga siendo un motor de crecimiento económico, es fundamental mejorar las condiciones laborales en el sector. Esto incluye ofrecer empleos más estables y atractivos, con salarios competitivos y mayores oportunidades de formación. La profesionalización del sector no solo mejoraría la calidad del servicio que se ofrece a los turistas, sino que también contribuiría a resolver el problema de la escasez de mano de obra cualificada que afecta a muchas empresas turísticas.
El cambio climático y la sostenibilidad en el turismo
El cambio climático representa uno de los mayores retos globales del siglo XXI, y el turismo no es ajeno a esta problemática. De hecho, el turismo es uno de los sectores que más contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero, debido a la movilidad de los viajeros y a la infraestructura turística.
El Banco de España enfatizó la necesidad de que el sector turístico adopte un enfoque más sostenible, que tenga en cuenta los impactos ambientales y sociales de la actividad. Esto implica no solo reducir la huella de carbono del turismo, sino también gestionar de manera más eficiente los recursos naturales y proteger los ecosistemas de los destinos turísticos.
En este sentido, las empresas turísticas deberán adaptarse a las nuevas demandas de los viajeros, que cada vez valoran más los destinos sostenibles y respetuosos con el medio ambiente. De igual manera, las administraciones públicas tendrán que promover políticas que fomenten un turismo más sostenible, incluyendo la regulación de la capacidad de carga de los destinos y la implementación de normativas que protejan el medio ambiente.
El futuro del turismo en España: Retos y oportunidades
El panorama que ha descrito el Banco de España sobre el sector turístico deja claro que, aunque este ha sido uno de los motores principales del crecimiento económico en los últimos años, también enfrenta una serie de desafíos estructurales que deben abordarse para garantizar su sostenibilidad a largo plazo.
Desde la falta de mano de obra cualificada y la necesidad de mayor inversión en innovación y digitalización, hasta la urgencia de abordar el impacto ambiental y la presión sobre los recursos naturales, el turismo en España debe evolucionar para mantenerse como uno de los pilares de la economía. Para lograrlo, será necesario un esfuerzo conjunto entre el sector privado, el gobierno y las comunidades locales.
La transición hacia un modelo turístico más diversificado, sostenible y tecnológicamente avanzado no solo permitirá al sector seguir creciendo, sino que también garantizará que los beneficios del turismo se distribuyan de manera más equitativa y que se minimicen los impactos negativos sobre el entorno y las comunidades locales.
Reflexión final
El turismo ha sido históricamente uno de los sectores más importantes de la economía española, pero en los próximos años deberá afrontar importantes retos para adaptarse a los cambios estructurales de la economía global y a las nuevas demandas de los viajeros. ¿Qué crees que puede hacer España para consolidar su liderazgo en el sector turístico y a la vez garantizar que este crecimiento sea sostenible?