La Fundación Valencia Club de Fútbol ha comunicado este jueves a su patronato, reunido en junta general extraordinaria, que“no puede pagar“a Bankia los 5,6 millones de euros de los intereses del préstamo que obtuvo en 2009, con aval del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), para acudir a la ampliación de capital del club, y este asunto queda ahora“en manos de Bankia y de la Generalitat Valenciana“.
El presidente de la fundación, Társilo Piles, ha anunciado que dimitirá el 14 de febrero, por no solucionar el pago de los intereses del crédito pendiente con Bankia. La fundación controla más del 74% de las acciones del equipo.
El futuro sobre quién será el propietario del Valencia Club de Fútbol es una incertidumbre. Si Bankia ejecuta el aval la Generalitat podría pasar a convertirse en el máximo accionista del equipo de fútbol, una situación similar a a la de Elche y Hércules.
El vicepresidente y portavoz del Consell, José Císcar, reiteró el pasado viernes que la Generalitat“no tiene ninguna intención de intervenir en la vida interna y funcionamiento del Valencia, ni de ninguna otra entidad deportiva”. Nadie me ha requerido ni notificado la ejecución de ese aval.
Císcar y el conseller de Economía, Máximo Buch, descartaron capitalizar esos millones porque supondría aumentar el aval del IVF.
VLC Ciudad/Redacción