La concejala del grupo de Esquerra Unida del Ayuntamiento de Valencia, Rosa Albert, ha denunciado que el pasado mes de febrero se comunicó por el ayuntamiento a las empresas Imesapi y Etralux la supresión temporal de los trabajos incluidos en la conservación del alumbrado público programados tales como la limpieza de luminarias, reposición de lámparas, pintura de soporte así como cualquier otro comprendido en dicho capítulo, tal y como se desprende de un expediente aprobado el pasado viernes en Junta de Gobierno Local.
Igualmente, y debido al recorte presupuestario, en dicha comunicación también se indicaba que “la facturación anual por los trabajos comprendidos en la conservación general no podrá exceder de 1’8 millones de euros y, además, se insta a dichas empresas a dejar de mantener al mes el número de puntos de luz que sea necesario para que las certificaciones mensuales no superen los 150.000 euros”.
Estos recortes, que han supuesto una modificación de los pliegos de prescripciones técnicas, “van a suponer una reducción del 12’5 % de los trabajos de alumbrado y, por tanto, una merma de este servicio”.
” En la actualidad el inventario de puntos de luz en mantenimiento es de 51.264 para la zona norte y de 47.008 para la zona sur. Estas variaciones de los pliegos de condiciones implican un recorte de un tercio de las prestaciones a realizar por el contratista en el concepto de gestión y se va a plasmar en una disminución de frecuencias en las que se han de realizar las distintas tareas comprendidas en el contrato”, ha afirmado Albert.
Para la concejala, además, “resulta incomprensible que se haya realizado una inversión millonaria y ahora, fruto de los recortes y de la mala gestión del PP, una vez más los ciudadanos son los que tienen que pagar las consecuencias, ya que hay que recordar que en el mes de febrero se produjo el despido de 13 trabajadores de la empresa que gestiona el servicio en la zona norte. Estos recortes de los populares, más que ayudar a mejorar la economía de la ciudad, lo que están generando son peores servicios y más desempleo” ha afirmado la edil.
Modificación prescripciones técnicas
Albert también ha revelado que se incluye una modificación del pliego de prescripciones técnicas. En concreto, se reduce el plazo para comprobar el encendido y apagado de las instalaciones que pasa de todos los días a tres por semana.
Es decir, “hasta ahora se comprobaba diariamente, sin embargo, ahora, si ocurre algún fallo en el encendido o apagado nos puede llevar a que transcurran tres días hasta que se detecte el mismo, con el consiguiente coste que esto puede generar y de contaminación lumínica y, por tanto, lo que se pretende ahorrar por un lado se va a malgastar por otro”, ha declarado la edil, quien ha añadido que ya “empezamos a entender por qué hay veces que las farolas permanecen encendidas durante el día”.
En cuanto respecta a las inspecciones nocturnas se reducen de tres veces por semana a una y las diurnas se pasan de revisar la totalidad de la zona tres veces al año a dos. Sobre la conservación y reparación de averías, se amplía el plazo de reparación de los puntos de luz pasando de dos a cuatro días a contar desde que se produce la baja y el servicio de guardia pasa de cuatro equipos a tres. Asimismo, el control de las tomas de tierra se reduce a una vez al año cuando hasta ahora se realizaba en dos ocasiones. También se rebaja el control y equilibrado de fases ya que se realizará una vez al año mientras que hasta ahora se hacía dos.
“Con estas medidas se va a producir una merma importante en la calidad de los servicios públicos prestados”, ha dicho Albert, quien ha añadido que es una contradicción que, por un lado, el PP se gaste millones de euros en las facturas de la luz y, por otro lado, recorte el presupuesto destinado al mantenimiento de las propias farolas”.
VLCCiudad/Redacción