A cambio de una mayor contención del flujo migratorio por parte de Ankara, la Unión Europea reiteró su propuesta de una ayuda financiera y la liberalización del régimen de visados de la UE para los ciudadanos turcos
La Unión Europea (UE) intenta coordinarse mejor con sus vecinos para hacer frente a la crisis migratoria, en primer lugar con Turquía, cuyo presidente fue recibido este lunes en Bruselas para difíciles negociaciones sobre un “contrato de confianza mutua”.
Para la UE, adonde llegaron unos 630.000 migrantes desde principios de año, el objetivo es asociar a Ankara en la gestión, o la contención, del flujo de solicitantes de asilo, sin precedentes desde 1945.
Europa “debe controlar mejor sus fronteras”, concedió el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, luego de una reunión con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan. Pero “esperamos que Turquía haga lo mismo”, insistió.La UE reiteró su propuesta de una ayuda financiera y puso sobre la mesa la liberalización de visados para los ciudadanos turcos que viajen a la UE. Se necesita “un contrato de confianza mutua”, estimó la Comisión Europea.
Zona de seguridad
“Si queremos resolver el problema de los refugiados, hay tres cosas” por hacer, subrayó Erdogan, que apostó por entrenar a las fuerzas rebeldes moderadas, decretar una zona de seguridad “protegida del terrorismo” y crear una zona de exclusión aérea.
La “zona de seguridad” que quiere Ankara a lo largo de su frontera con Siria, y para la cual la UE se mostró hasta ahora poco entusiasta, necesita “una decisión del Consejo de Seguridad de la ONU”, precisó el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz.
En cuanto a la zona de exclusión aérea en Siria, Moscú se pronunció en contra.
Según el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung, un acuerdo entre la UE y Ankara supondría queTurquía participe en patrullas conjuntas con guardacostas griegos en el este del mar Egeo, en el marco de una acción coordinada por la agencia europea Frontex.
Según este diario, los migrantes detenidos intentando llegar a la UE serían reenviados hacia Turquía, mientras que la UE aceptaría recibir hasta 500.000 personas para permitirles llegar al bloque europeo de manera segura, sin que tengan que recurrir a los traficantes.
Pero los responsables europeos no evocaron este lunes medidas tan concretas y “las discusiones se presentan difíciles”, estimó un responsable europeo. Una delegación europea viajará a Turquía esta semana para continuar las negociaciones.
Turquía recibió oficialmente a 2,2 millones de sirios desde el principio de la guerra civil en Siria, recordó Erdogan.
La UE también quiere alcanzar un acuerdo de coordinación con todos los países que se encuentran en la “Ruta de los Balcanes”, que utilizaron este año más de 400.000 solicitantes de asilo para llegar desde Siria hasta las fronteras de la UE, según la ONU.
Presión migratoria
Los ministros de Interior y de Asuntos Exteriores se reunirán el jueves en Luxemburgo, junto a sus homólogos de Turquía, Líbano, Jordania, Albania, Bosnia-Herzegovina, Macedonia, Montenegro, Serbia y Kosovo.
Mientras tanto, el flujo de migrantes hacia Europa no cesa.
En seis operaciones distintas, 1.830 migrantes a bordo de barcas y botes fueron rescatados este lunes en el Mediterráneo, frente a las costas libias, anunciaron durante la noche los guardacostas italianos.
Para “gestionar la presión migratoria”, Frontex exhortó el lunes a los países miembros de la UE a poner a disposición 775 guardias fronterizos adicionales.
Y, en Alemania, adonde podrían llegar 1,5 millones de migrantes en 2015 según el diario Bild,los bomberos de Turingia (este) encontraron el cadáver de un refugiado originario de Eritrea tras un incendio en un hogar de acogida.
Los ataques contra los refugios de migrantes han aumentado estos últimos meses en el este de Alemania, bastión de varios grupos de extrema derecha.
En Dresde (este), el movimiento islamófobo Pegida organizó de nuevo una manifestación contra la política de acogida de migrantes de la canciller alemana, Angela Merkel.