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El verano se presenta con luces y sombras en el sector turístico. Según un informe del Observatorio Nacional del Turismo Emisor (Observatur), se espera un aumento en los viajes, pero con una máxima prudencia en el gasto debido a la subida de los precios y la pérdida de poder adquisitivo.
El estudio indica que el 69% de los españoles tiene previsto salir de vacaciones, y el mismo porcentaje de agencias de viajes espera superar la facturación de 2019. Sin embargo, la subida de los precios y la pérdida de poder adquisitivo son los grandes frenos para el turismo este verano.
El deseo de viajar de los ciudadanos será el impulsor de la campaña estival, pero buscarán el máximo ahorro en sus desplazamientos. El gasto medio previsto por persona es de 625 euros, una cifra que da continuidad a la tendencia al alza iniciada en 2022.
Entre los que saldrán de vacaciones, casi la mitad de los viajeros (48%) disfrutará de una estancia mínima de ocho días, y un 14% superará los 15 días. El hotel vuelve a encabezar la modalidad de alojamiento elegida (49%), seguido del apartamento turístico (30%).
En cuanto a los destinos, algo más de dos tercios de los encuestados optará por un enclave nacional (67%), y solo un tercio viajará fuera de nuestras fronteras. A pesar de la contención del gasto, los datos se aproximan a los registrados en 2019, lo que indica una consolidación de la recuperación del sector turístico.
Por otro lado, los agentes de viajes se muestran optimistas de cara a la temporada estival. La mayoría de los profesionales participantes en el estudio (69%) prevé superar la facturación de 2019, el año previo a la pandemia de la COVID-19. Hasta la fecha de elaboración de este estudio, se habían realizado el 40% de las reservas que se esperaban.
En resumen, el verano se presenta con expectativas mixtas para el sector turístico. A pesar de los desafíos, como la subida de los precios y la pérdida de poder adquisitivo, se espera un aumento en los viajes, aunque con prudencia en el gasto.