| Redacción
Según el Informe del mercado de trabajo de Valencia elaborado por el SEPE, profesiones como conductores de camión, albañiles, empleados domésticos y cocineros concentran la mayoría de trabajadores de más de 45 años, pero apenas aparecen entre los empleos más solicitados por los menores de esa edad. “Es un fenómeno cada vez más transversal”, advierten desde la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV).
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Un mercado envejecido y sin relevo
Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan con claridad el problema: los tramos de edad más numerosos en la Comunitat son los comprendidos entre los 45 y los 59 años. En cambio, los menores de 14 apenas suponen un 6,6% de la población. La pirámide poblacional invertida está provocando una caída generalizada del número de jóvenes trabajadores en casi todos los sectores.
En el caso de los conductores de camión, son la quinta ocupación con más contratos en la provincia de Valencia —unos 6.700—, pero no figuran entre las profesiones más demandadas por los menores de 30 o de 45 años. Los albañiles se sitúan en sexta posición (5.409 ocupados), seguidos de los empleados domésticos (4.343) y los cocineros (4.105), todos con predominio de trabajadores veteranos.
Construcción, transporte y cocina: oficios en riesgo
En la construcción, la falta de mano de obra joven está afectando al ritmo de edificación. Se necesitan aparejadores, jefes de obra, albañiles, electricistas o cristaleros, entre otros oficios. Según José Luis Santa Isabel, presidente de la Federación de Contratistas de Obras (Fecoval), el sector acusa un déficit de más de 40.000 trabajadores en la Comunitat.
Situación similar se da en el transporte y la logística, donde la edad media de los conductores de mercancías o viajeros supera ampliamente los 50 años. “La cifra de camioneros menores de 25 años está cerca del 0,3%”, alerta Carlos García, secretario general de la patronal del transporte.
También la hostelería sufre para atraer nuevos perfiles a cocinas y restaurantes. Los horarios, la exigencia física y la falta de estabilidad son factores que alejan a los jóvenes, pese a los intentos del sector por mejorar las condiciones laborales y los salarios.
Un reto estructural para el futuro laboral
El problema va más allá de un simple déficit coyuntural. Las empresas y administraciones reconocen que la renovación generacional será clave para mantener la productividad y garantizar el relevo de oficios esenciales. A corto plazo, ni el incremento salarial ni la mejora de horarios parecen suficientes para revertir la tendencia.
Mientras tanto, sectores como la construcción, el transporte o la restauración buscan fórmulas para atraer a nuevos talentos, impulsar la formación profesional y dignificar oficios que, durante décadas, sostuvieron la economía valenciana.