Los productos se procesan con ingredientes 100 por cien naturales, no contienen conservadores, su sabor es único y están listos para hornear
AGENCIA ID/DICYT Tras observar que el camote no se aprovecha en México e investigar que sus propiedades nutricionales pueden ayudar a revertir las carencias alimenticias durante la niñez, la tercera edad y el embarazo, principalmente, una estudiante del Instituto de Biotecnología (IBt) de la UNAM formuló y desarrolló productos en polvo con la raíz.
Fue a partir de un programa en África llamado VITA A –en el cual alimentaron a varios países con una variedad de camote anaranjado para combatir la desnutrición–, que la maestra en ciencias Laura Grecia Fuentes Ponce y su equipo pensaron en desarrollar una línea de productos nutracéuticos.
“Este proyecto nació cuando finalicé la licenciatura y hace dos años que terminé la maestría, decidí retomarlo. Formamos un grupo multidisciplinario para encargarnos de la producción (de manera piloto) y hace menos de un año constituimos la empresa ALNUBIO, que bajo la marca Camorina aloja una línea especial de harinas (Smart, Camorina, multiplex y Diabetics)”, refiere.
Informa que para la población infantil han iniciado la formulación de un batido y snacks de buenas características nutricionales, pero aún falta más investigación.
Los productos marca Camorina, agrega, se elaboran con ingredientes 100 por ciento naturales, no contienen conservadores, su sabor es único y están listos para hornear. Las harinas con el nombre smart y multiplex, van dirigidas a las personas con enfermedad celíaca y con problemas nutricionales, respectivamente.
Lo anterior se debe a que ninguno de los productos contiene gluten; además, su ingrediente principal, el camote, es eficaz en la lucha contra la desnutrición por su poder energizante y su alto contenido en pro-vitamina A, esencial para el desarrollo de un infante.
Fuentes Ponce y su equipo incorporan a la fórmula minerales, proteínas y mejoran el sabor. “Si podemos procesarlo sin que esto represente un precio elevado para el consumidor, por qué no agregarle otros componentes naturales que le hacen falta a la raíz por sí misma”, considera.
Si bien se trata de un producto innovador en el mercado, la emprendedora científica informa que aunque ya han tenido ventas vía online y hay empresas interesadas en las harinas, la demanda todavía no es fuerte.
Lo anterior puede deberse, informa, a una mala estrategia de comercialización y a que el tiempo dedicado a la empresa es insuficiente, pues aún no ha finalizado el doctorado y su equipo también sigue estudiando. “Por lo tanto, no tenemos una presencia fuerte en redes sociales ni en puntos de venta”, apunta.
“A pesar de que nosotros todavía no hemos podido validar el impacto en la población infantil con problemas nutricionales, existen investigaciones que confirman las bondades de esta papa dulce, como algunos le llaman”, subraya.
Por medio de concursos y programas de emprendimiento social y de negocios, los universitarios pretenden impulsar y buscar apoyo económico y de difusión para consolidar los productos Camorina, que si bien están dirigidos a los segmentos más vulnerables, pueden ser consumidos por toda la población.
Finalmente, la maestra Fuentes Ponce manifiesta que es prioritario hacer esfuerzos con el fin de fomentar la explotación eficiente de las posibilidades alimenticias y económicas que ofrecen los cultivos locales como las raíces y los tubérculos, en especial el camote.