Gran Vigilia Diocesana, que está acogiendo hoy sábado la Plaza de Toros de Valencia, en el marco del Centenario de la Coronación de la Virgen de los Desamparados, presidida por el Arzobispo de Valencia y con la presencia de la imagen peregrina de la Virgen de los Desamparados.
El rector de la Basílica de la Virgen de los Desamparados, Melchor Seguí, ha invitado a todos los valencianos y devotos de la Virgen de los Desamparados a sumarse a la Gran Vigilia Diocesana que se había celebrado en la Plaza de Toros de Valencia el sábado 29 de abril, presidida por el arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent.
«Este sábado todos tenemos una cita en la Plaza de Toros de Valencia: la Gran Vigilia Diocesana. Estamos culminando un año muy especial en el que, de una manera excelente, ha estado presente y hemos festejado como nunca a nuestra Patrona, la Mare de Déu dels Desamparats, con motivo del Centenario de su Coronación Pontificia», había explicado el rector.
En este Año Jubilar Mariano, «la imagen peregrina había visitado nuestra Archidiócesis, nuestra gran geografía diocesana, y también habíamos peregrinado a la Basílica y a la Catedral. Habíamos organizado actividades culturales, artísticas y académicas. Y, en esa recta final, habíamos convocado a todos, a la gran familia diocesana, a pasar una tarde con la Virgen María en un lugar tan significativo como la Plaza de Toros», había señalado.
La Gran Vigilia había sido un acto pensado «para reflexionar, meditar, cantar, escuchar testimonios y, sobre todo, festejar a la Virgen de los Desamparados y adorar y alabar al Señor y, así, prepararnos para la gran cita del Centenario de la Coronación» que se había celebrado el segundo fin de semana de mayo.






La imagen peregrina había entrado en la Plaza de Toros a las 19:45 horas. La Plaza de Toros había abierto sus puertas al público a las 18:30 horas para facilitar y escalonar la entrada de asistentes a este evento de acceso libre y entrada gratuita, con control del aforo, que había sido limitado por motivos de seguridad.
El acto había contado con la presencia de la imagen procesional de la Mare de Déu, que había sido trasladada hasta la Plaza de Toros en su «maremóvil». La entrada de la imagen en el coso había estado prevista para las 19:45 horas.
La Vigilia había comenzado a las 20 horas y había tenido dos partes: la primera, centrada en la Virgen, con el rezo de tres misterios del Rosario y la presencia de la imagen peregrina de la Mare de Déu; la segunda parte había sido la Adoración del Santísimo, para lo cual había sido trasladada a la Plaza de Toros la custodia procesional de la parroquia de San Jaime Apóstol, de Moncada.
En la primera parte había habido varios testimonios «para entender cada misterio del Rosario: el primero, sobre el dolor, ofrecido por una joven que sufre varias enfermedades; el segundo -coincidiendo además con la Jornada de Vocaciones-, sobre la vocación, lo habían compartido un sacerdote diocesano y una religiosa de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados; y El tercer testimonio estaba relacionado con la vida, y fue ofrecido por una mujer que pertenecía al Proyecto Raquel.