Mentiras de honor
Título: Talco y Bronce
Autor: Montero Glez.
Edita: Algaida, Sevilla 2015
Género: Novela negra. 307 páginas
El Péndulo | José Carlos Morenilla.- Penúltima década del siglo XX en Madrid. Atracadores de bancos, prostitutas, policías corruptos, lealtades y traiciones en el mundo del hampa. Mentiras de honor y palabras de muerte. La rueda de la fortuna es despiadada. Las malas intenciones son tan difíciles de alcanzar como las buenas.
Montero Glez es un escritor tan enigmático como auténtico. Es de esas personas que dicen la verdad porque no necesitan mentir. Se pueden permitir el lujo de ser como son porque hace tiempo pagaron el peaje que conlleva estar comprometido con la verdad cuando esta es diferente y dura. Bromas las justas. Territorio de valientes.
Cuando te adentras en la lectura empiezas a temer. Te atrapa la imposible simpatía con el ladrón, el asesino, el quinqui, la puta o el chorizo valiente. Y temes porque ¿cómo va acabar gente así? Mal sin duda. Y quieres que el bien visite al ‘malo’ y que al ‘bueno’ le den dos tiros. Que las matemáticas fallen en la ecuación más vieja del mundo. Pero el fatalismo de la realidad inmutable está presente hasta en los cuentos de las ‘Mil y Una Noches’.
En mi lucha por convencerme de que una manera tan “hijoputa” de acabar es sólo cosa de este tipo de novela, he indagado la realidad. Y es cierto que en el Madrid de los años 80 hubo historias como ésta. Es cierto que delincuentes como los de la novela fueron pertrechados, protegidos y ordeñados por policías como los que en ella se describen. Que la realidad hubiera superado a la ficción de no ser tan buena la ficción de Montero Glez. Insuperable. Jodidamente dura. Estremecedoramente nuestra.
No me queda más remedio que redirigirles a la entrevista que tuve la suerte de compartir con el autor. Definitivamente esclarecedora. Lean la novela y tomen nota. No tiene desperdicio.