Un gran ‘Pulgarcito’ llegó a El Escalante
El Péndulo | Jimmy Entraigües– Hace dos años la compañía vasca Teatro Paraíso traía a Valencia su estupenda versión de ‘Pulgarcito’. La sala que recibió la obra fue el Teatro Talía y el público apenas respondió a la cita. Hoy, las tablas del Escalante reciben (hasta el 1 de abril) la versión que el director y autor Iñaki Rikarte paseó por toda España durante 2014 y con la que logró alzarse con el premio al mejor espectáculo del Ciclo Barraco Infantil del Festival de Almagro y el Premio Nacional de Artes Escénicas.
Hoy, por suerte, la sala del Escalante vivió una tarde feliz con un público infantil y adulto que llenó en un ochenta por ciento las butacas. Un público que rió, disfrutó y aplaudió con entusiasmo una propuesta que es algo más que la visita al clásico cuento de Perrault.
Bajo la dupla interpretativa de Tomás Fernández Alonso y Ramón Monje, el ‘Pulgarcito’ de la compañía vasca se manifiesta como un espectáculo con una doble capa de lectura.
Por un lado los niños se sumergirán en la historia de Pulgarcito pero lo harán desde una nueva perspectiva. Verán el clásico cuento insertado en un drama cercano y cotidiano en muchas familias. En este caso, el de un hijo que debe hacer frente al hecho que su padre, afectado por la senilidad, supone una carga para su día a día y debe llevarlo a una residencia.
Ya no se trata de los padres que deben abandonar al pequeño a su suerte en medio del bosque, se trata de un hijo que debe desprenderse de un padre viejo y arterioesclerótico. Inversión de acciones, en este caso.
El mensaje es bien claro. Una auténtica reflexión, moral y ética, que combina con habilidad los aspectos del discurso infantil y el dilema en el que se encuentran los adultos con padres ancianos.
Rikarte conjuga bien la puesta en escena (diáfana y sencilla) hacia los intereses dramatúrgicos. El espacio actoral es rico y variado y los intérpretes sacan oro de los recursos puestos sobre las tablas, lo que indica que el teatro sigue siendo un espacio donde la ilusión, la creatividad y la imaginación es su más rico potencial.
Más de un padre se habrá sentido minúsculo con un ‘Pulgarcito’ tan grande. No se la pierdan si vuelve por la ciudad.