EEUU, Rusia, Arabia Saudita y Turquía se reunirán en busca de una solución para el conflicto armado y la transición gubernamental, antes de la cumbre del viernes de la que participará por primera vez Irán
El encuentro será un anticipo de lo que sucederá este viernes cuando se lleve a cabo una cumbre más amplia de la que participarán representantes de los países con derechos a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, junto con altos funcionarios europeos y asiáticos.
Este jueves, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry; el ruso, Serguéi Lavrov; el turco, Feridun Sinirlioglu; y el saudí, Adel al Jubeir, debatirán sobre las diferentes posibilidades para terminar con el conflicto armando en Siria que ya dejó más de 250.000 muertos y millones de desplazados.
Entre los temas que se tratarán, se analizará la transición de Gobierno en el país, la cual para Estados Unidos debería ser sin el actual presidente, Bashar al Assad.
“Hemos recibido la invitación y se ha decidido que el ministro de Relaciones Exteriores participe en las conversaciones”, declaró el miércoles el vocero de la diplomacia iraní, Marzieh Afjam, país que estará por primera en una reunión internacional que aborda la crisis en Siria.
Las dos grandes potencias rivales de la región, Irán (chiíta) y Arabia Saudita (sunita) están en desacuerdo sobre Siria. Riad apoya a grupos rebeldes y participa en los bombardeos aéreos liderados por Estados Unidos contra el grupo yihadista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), mientras que Teherán está a favor del régimen del presidente Bashar al Assad financiera y militarmente.
El futuro de Assad divide
Para Arabia Saudita, estas conversaciones son una oportunidad para comprobar “la seriedad” de Irán y Rusia sobre una solución política negociada al conflicto sirio.
El desafío que nos presenta Siria “es nada menos que una carrera para salir del infierno“, aseveró John Kerry. Estas conversaciones son “la oportunidad más prometedora para (encontrar) una salida política”, aseguró.
Berlín, en cambio, consideró muy poco probable que se logren “grandes avances” ya que las “diferencias de posición (son) demasiado grandes”.
El futuro de Bashar al Assad sigue dividiendo a Washington y Moscú, aliado clave de Damasco.
No obstante, el director de la CIA, John Brennan, dijo estar convencido de que los rusos buscan, en último término, la salida de Assad.
Por otra parte, Francia volvió a expresar su deseo de presentar ante el Consejo de Seguridad de la ONU unproyecto de resolución para detener el lanzamiento de barriles explosivos por parte de las fuerzas aéreas sirias, que se han cobrado miles de víctimas civiles en las zonas rebeldes.
Pero Rusia se opone a este proyecto y asegura que podría “poner en riesgo los esfuerzos (diplomáticos)”.
Sobre el terreno, el ejército ruso anunció que bombardeó 118 objetivos “terroristas” en las últimas 24 horas, una intensidad nunca alcanzada desde el inicio de su intervención militar el 30 de septiembre.
Médicos Sin Fronteras (MSF) dijo el jueves que al menos 35 sirios, pacientes y personal médico, murieron y 72 resultaron heridos en un “aumento significativo y reciente” de ataques aéreos sobre hospitales en Siria.