Investigadores de la Universidad de Alicante han realizado un estudio centrado en el piñón ibérico, cuyo objetivo es caracterizar su morfología en tres dimensiones (3D) y analizar sus propiedades nutricionales para así diferenciarlo de otras especies importadas y evitar posibles fraudes comerciales. Esta investigación se ha desarrollado dentro del programa del Centro de Gastronomía del Mediterráneo (Gasterra) en colaboración con el Ayuntamiento de Dénia, según detalló la institución académica.
El equipo responsable del estudio está integrado por Stéphanie Torrijo y Salvador Maestre del Departamento de Química Analítica, Nutrición y Bromatología; Alejandro Romero del Departamento de Biotecnología; y Segundo Ríos del Departamento de Ciencias Ambientales y Recursos Naturales. Estos investigadores han utilizado técnicas avanzadas de morfometría geométrica en 3D para comparar las formas de diferentes especies de piñones provenientes de diversas regiones del mundo.
Mediante el uso del escáner tecnológico Shining EinScan-SP y programas especializados como Geomagic y MeshLab, el equipo ha encontrado diferencias significativas entre las especies analizadas. En cuanto a su valor nutricional, se ha determinado que el piñón ibérico presenta mayores concentraciones de minerales esenciales, tales como magnesio y potasio, en comparación con el piñón chino, que es una de las principales opciones en el mercado.
En términos de contenido graso, el piñón de importación tiene un porcentaje de grasa total (49,3%) superior al del ibérico (38,2%), aunque este último se distingue por su riqueza en ácidos grasos beneficiosos como el oleico. El estudio revela que el contenido de magnesio y potasio en el piñón ibérico es aproximadamente el doble que en el piñón chino, situándose alrededor de 500 miligramos por cada cien gramos. El piñón ibérico también supera al chino en la mayoría de los componentes minoritarios, salvo en el contenido de níquel.
Stéphanie Torrijo, investigadora principal del estudio, resaltó la relevancia de estos hallazgos: “El piñón ibérico es un producto emblemático de nuestra gastronomía y su alto precio lo convierte en un blanco para el fraude alimentario. Nuestro estudio evidencia que existen diferencias morfológicas y nutricionales entre las especies, lo cual podría facilitar la implementación de mejores controles de calidad y garantizar la autenticidad del producto en el mercado”.
Los resultados obtenidos señalan la necesidad de establecer mejores mecanismos de control para prevenir el fraude comercial, dado que algunas especies de piñones importados presentan similitudes en su morfología con el piñón ibérico, lo que podría llevar a confusiones. Además, la investigación sugiere la realización de futuros estudios que amplíen el análisis a otras variables bioquímicas para determinar con mayor precisión las diferencias de calidad entre especies.