Más de veinte niños afectados y seis hospitalizados por una posible mala manipulación de alimentos en una escuela infantil de Valencia.
Un incidente relacionado con la seguridad alimentaria ha encendido las alarmas en la localidad valenciana de Benigànim, donde más de una veintena de niños han presentado síntomas de vómitos y diarrea, lo que ha derivado en una investigación a gran escala por parte de la Conselleria de Sanidad. Este suceso, que involucra a menores que asisten a un centro educativo local, ha obligado a las autoridades a activar un protocolo de salud pública para identificar las causas exactas de la posible intoxicación alimentaria.
Primeros casos y hospitalizaciones
Los primeros síntomas comenzaron a manifestarse el pasado martes, cuando varios niños del centro escolar fueron llevados tanto al centro de salud local como al Hospital de Xàtiva. De los afectados, seis menores de aproximadamente dos años permanecen ingresados en observación en el hospital. Según las autoridades sanitarias, los pequeños están fuera de peligro, pero continuarán bajo atención médica para asegurar su completa recuperación.
Los casos atendidos se centran principalmente en síntomas como vómitos y diarrea, un cuadro clínico que, según las primeras investigaciones, podría estar relacionado con el consumo de alimentos contaminados en el centro educativo. La Dirección General de Salud Pública ha confirmado que se está evaluando de manera exhaustiva todo el entorno alimenticio de la escuela, desde la cocina hasta el suministro de ingredientes.
Bacteria y parásito detectados en los análisis preliminares
Las pruebas médicas realizadas a los menores han permitido identificar la presencia de dos agentes patógenos responsables de los síntomas: la bacteria Escherichia coli en su variante enteropatógena y el parásito Giardia lamblia. Ambos microorganismos son conocidos por causar infecciones gastrointestinales, especialmente en poblaciones más vulnerables como los niños pequeños.
La E. coli enteropatógena se asocia frecuentemente con brotes de diarrea infantil, mientras que Giardia lamblia es un parásito que se transmite a través del agua o los alimentos contaminados, y también es conocido por causar problemas intestinales. La combinación de estos patógenos sugiere que el foco de la infección podría estar en la manipulación o el almacenamiento inadecuado de los alimentos en el centro educativo.
Investigación en marcha: medidas preventivas
Desde el momento en que se detectaron los primeros casos, la Conselleria de Sanidad activó su protocolo de emergencia para brotes de intoxicación alimentaria. Se está realizando una inspección detallada en las instalaciones del centro educativo, que abarca a niños desde los 0 hasta los 6 años. Este proceso incluye una revisión minuciosa de las condiciones de manipulación, almacenamiento y preparación de alimentos. A su vez, la Inspección de Sanidad ha extendido la investigación a proveedores externos para garantizar que no haya otras fuentes potenciales de contaminación.
Además, el protocolo incluye el análisis de muestras de alimentos y agua consumidos en el centro en días recientes, así como entrevistas con el personal de cocina y educativo, con el fin de identificar posibles fallos en los procedimientos higiénicos.
Por otro lado, la Conselleria de Educación ha señalado que el centro tiene un régimen concertado para los alumnos de 3 a 6 años y es privado para los niños de 0 a 3 años, un hecho que también está siendo tomado en cuenta en la investigación. A pesar de esto, todas las instalaciones y servicios alimentarios son compartidos entre ambos tramos educativos, lo que ha motivado una revisión global de las prácticas de seguridad alimentaria en la escuela.
Reacciones de las autoridades y los padres
Las autoridades sanitarias y educativas han insistido en que están tomando todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los menores. Un portavoz de la Conselleria de Sanidad ha afirmado que “no se escatimarán esfuerzos en la investigación”, y que se espera tener resultados concluyentes en los próximos días. Por su parte, la Conselleria de Educación ha designado un inspector que visitará el centro educativo en la mañana del jueves para supervisar las condiciones y colaborar en la investigación en curso.
Mientras tanto, los padres de los menores afectados han mostrado su preocupación y han exigido respuestas rápidas. En declaraciones recogidas por algunos medios locales, una madre de uno de los niños ingresados expresó su malestar por la falta de información inicial: “Queremos saber qué ha pasado y cómo se va a evitar que esto ocurra de nuevo”. Además, algunos padres han optado por no llevar a sus hijos al centro hasta que las autoridades confirmen que la situación está completamente controlada.
Posibles consecuencias y pasos a seguir
A la espera de los resultados definitivos de la investigación, las autoridades locales no descartan la posibilidad de sancionar al centro educativo o a sus proveedores si se demuestra que hubo una negligencia en la manipulación de los alimentos. Además, el centro podría enfrentar medidas correctivas, como la mejora de sus procedimientos de seguridad alimentaria y la implementación de un sistema de control más estricto en su cocina y áreas relacionadas.
En paralelo, se están llevando a cabo reuniones entre los padres y los responsables del centro para ofrecer información actualizada sobre la situación y las medidas que se están adoptando. También se están distribuyendo recomendaciones a las familias para prevenir posibles contagios en el hogar, dado que algunos patógenos como Giardia lamblia pueden propagarse con facilidad en entornos domésticos a través de contacto directo.