Valencia Noticias | Redacción.- Las obras de mejora llevadas a cabo por la Concejalía de Circulación y Transportes en el entorno de la Devesa de El Saler aumentan la seguridad de los peatones y mejoran la accesibilidad y el tránsito vecinal.
“Nuestra principal política es la seguridad del peatón”. Con estas palabras, el edil de Tráfico, Alberto Mendoza, refleja uno de los principales objetivos del proyecto municipal finalizado esta semana en la Devesa de El Saler. Las actuaciones de mejora incluyen, por ejemplo, la ejecución de una red de itinerarios peatonales de una longitud aproximada de 2600 m, además de la creación de 32 nuevos pasos de peatones y 85 plazas de aparcamiento. El objetivo es aumentar la seguridad de los viandantes, así como mejorar la accesibilidad a los distintos núcleos de población situados en la Devesa.
Del mismo modo, al crearse vías de un solo carril en este entorno, cuando entre en vigor la reforma del Reglamento General de Circulación se reducirá su velocidad máxima permitida a 30 km para hacer más segura “la movilidad de peatones y ciclistas en todo el entorno del parque natural”, ya que como ha destacado Alberto Mendoza, “es primordial para la Concejalía de Circulación y Transportes”.
Para esta iniciativa, se ha aprovechado la plataforma pavimentada ya existente en todo el ámbito de la Devesa, en la que se ha reducido el número de carriles de circulación de dos a uno, destinando el resto de la calzada como espacio peatonal.
En función de la situación, cabe destacar tres secciones diferentes de tipo de vía. En primer lugar, en los viales interiores, con un tráfico más local, la plataforma de siete metros se divide en un carril para la circulación de vehículos, un espacio destinado al cordón de aparcamiento, y el resto, con una separación de 20 centímetros, al peatón. De esta forma, la separación entre la franja peatonal y la calzada está delimitada por dos marcas viales de 10 centímetros cada una, pintadas de dos colores distintos sobre el pavimento ─blanco y rojo─ que indicarán la posibilidad de aparcar a los conductores.
Sin embargo, en los viales principales, la plataforma de siete metros se divide en dos partes, 4,28 metros de ancho para la circulación de vehículos, y el resto para los peatones, con una separación de 30 centímetros entre ambos espacios. Dicha separación está marcada por tres líneas de tres colores diferentes (blanco, rojo y amarillo) pintadas sobre el pavimento. Esta señalización implica la prohibición de estacionamiento en cualquier caso.
Por último, en los ramales que dan acceso a los edificios, los cuales consisten en una calzada única en “fondo de saco”, el espacio disponible se reparte dando cinco metros para la circulación en doble sentido, y el resto para el itinerario peatonal.
Otra característica destacada de este proyecto municipal es la colocación de hitos reflectantes de material elastómero, sobre la franja peatonal cada 20 metros, que delimitan los dos espacios (peatón- vehículo) y mejoran la visibilidad de los conductores durante las horas nocturnas.
Como medida de ahorro de energía y protección del medio ambiente, el Ayuntamiento ha incorporado material fotoluminiscente en la pintura horizontal más próxima al espacio peatonal, que se recarga con luz ambiental existente y que permite a los peatones disponer de una guía iluminada ante los desplazamientos en horas de escasa visibilidad.