Jael (en hebreo Ya’el, יעל, es el nombre hebreo para el íbice de Nubia) es un personaje del libro de los Jueces del Antiguo Testamento. Jael aparece como la heroína que mata a Sísara para salvar a Israel de las tropas de Jabín rey de Canaán. Jael era esposa de Heber el ceneo. (Juec. 5:23-27)
La historia de Jael y Sísara es uno de los pasajes más escabrosos del Antiguo Testamento. Se narra por duplicado en el libro de los Jueces, en los capítulos 4 y 5, primero en prosa y después en verso.
Esta es la parte de la Canción de Débora 1 en la que se narra la muerte de Sísara:
“Maldecid á Meroz, dijo el ángel de Jehová: Maldecid severamente á sus moradores, Porque no vinieron en socorro a Jehová, En socorro á Jehová contra los fuertes. Bendita sea entre las mujeres Jael, Mujer de Heber Cineo; Sobre las mujeres bendita sea en la tienda. El pidió agua, y dióle ella leche; En tazón de nobles le presentó manteca. Su mano tendió á la estaca, Y su diestra al mazo de trabajadores; Y majó á Sísara, hirió su cabeza, Llagó y atravesó sus sienes. Cayó encorvado entre sus pies, quedó tendido: Entre sus pies cayó encorvado; Donde se encorvó, allí cayó muerto.
Los expertos reconocen la Canción de Débora, basándose en evidencias lingüísticas, como una de las partes más antiguas de la Biblia.2 Jael se puede encontrar en el libro de Jueces, en el Antiguo Testamento de las Sagradas Escrituras.
Nota: Es importante no confundir con el nombre Yoel que significa el Eterno es el Poderoso, y que se ha tomado el nombre de Yael para usarlo en femenino con el mismo significado. Sin embargo no son las mismas palabras. El nombre de Yoel se escribe י ו א ל (izq-der: yud, vav, álef, lámed) pero para el nombre de Yael י ע ל como vimos son otras letras (izq-der: yud, áyin, lámed), por lo tanto no son la misma palabra con el mismo significado sino dos distintas
Antes de hablar de las acciones de Yael veamos un poco de su origen. Sobre de qué linaje venía no hay mucha certeza, la Escritura no lo menciona, sólo nos dice de quién era esposa, lo cual ya nos ayuda mucho. El esposo de Yael dice la Escritura que fue Heber ceneo, los ceneos, o más correctamente los Kanitas, fueron una descendencia que viene de Abraham con Keturá la mujer que tomó después de la muerte de Sarah (Génesis 25:1-6) De esos descendientes de Ketura, específicamente de su hijo Madián viene el famoso Jetro suegro de Moisés, y se tienen registros de que Jetro es el padre de los kenitas, de donde viene Jeber el esposo de Yael…
Jueces 1:16 Y los hijos del ceneo, suegro de Moisés, subieron de la ciudad de las palmeras con los hijos de Judá al desierto de Judá, que está en el Neguev cerca de Arad; y fueron y habitaron con el pueblo.
Jueces 4:11 Y Heber ceneo, de los hijos de Hobab suegro de Moisés, se había apartado de los ceneos, y había plantado sus tiendas en el valle de Zaanaim, que está junto a Cedes.
Con esto tenemos dos posibilidades sobre Yael, una que haya sido una mujer kenita descendiente de Abraham con Keturá, que estaba con su esposo y se fueron a vivir a Zaanim en Kadesh de Neftalí, o bien que ahí haya sido tomada Yael como esposa. La otra posibilidad es que Yael haya sido una mujer israelita que se casó con un kenita. Recordemos que el momento en el que aparece Débora como juez sobre Israel el pueblo se encontraba en un estado de decadencia espiritual, en varias ocasiones en el libro de los jueces encontramos ésta frase: Jueces 17:6 En aquellos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía. Así que sin dirección no era de extrañarse que algunos hombres o mujeres ya no se casaran con personas de sus tribus, así si Yal era israelita bien pudo haberse casado con un kenita.
Además en esos tiempos los kenitas vivían en paz entre los israelitas, y los kenitas eran considerados parte de la descendencia de Abraham, por lo tanto no estaba prohibido emparentar entre sí, muestra de ello tenemos a Moisés, quien tomó una mujer descendiente de los kenitas, Tziporáh (Séfora), y ésta descendencia no estaba entre los pueblos prohibidos como los cananeos, los moabitas o amonitas.
Todo empieza con una recomendación de la profetisa Débora a Barac, capitán de las tropas israelitas. El momento perfecto para plantar cara a los cananeos. Sin embargo, Débora le advierte a Barac que no será él quien derrote al comandante cananeo Sísara, sino una mujer. En este cuadro de Salomon de Bray podemos ver a los tres “buenos” de la película: Jael con el clavo y el martillo, la anciana Débora y el aguerrido Barac, con cara de susto.
“Sísara huyó a pie hasta la tienda de Yael, esposa de Jéber, el quenita, pues había paz entre Yabín, rey de Jasor, y la casa de Jéber, el quenita. Yael salió al encuentro de Sísara y le dijo: ‘Acércate, mi señor, acércate a mí, no temas’. Entró en su tienda y ella lo tapó con una manta. Él le pidió: ‘Por favor, dame de beber un poco de agua, pues tengo sed’. Ella abrió el odre de leche, le dio de beber y lo tapó de nuevo. Él le dijo: ‘Ponte a la puerta de la tienda, y si viene alguno y te pregunta: ¿hay alguien aquí?, le responderás: no hay nadie’.
Yael, esposa de Jéber, agarró una estaca de la tienda y tomó el martillo en su mano, se le acercó sigilosamente y le clavó la estaca en la sien hasta que se hundió en la tierra. Y él, que estaba profundamente dormido y exhausto, murió. Entre tanto, Barac venía persiguiendo a Sísara. Yael salió a su encuentro y le dijo: ‘Ven y mira al hombre que buscas’. Entró en la tienda: Sísara yacía muerto con la estaca en la sien.”
[Jue 4: 17-22]
La profecía de Débora resulta ser cierta. En cuanto aparecen los israelitas, el ejército cananeo sale por patas con el rabo entre las piernas. Y uno de los que más corre es su jefe, Sísara, que llega sin aliento a la tienda de Jeber el quineo, un pariente lejano que en ese momento no está en casa. No importa, Jael, la esposa de Jeber, le recibe con todos los honores y cuando Sísara le pide un traguito de agua, ella le da un vaso de leche.
Luego, como buena anfitriona, se lo tira siete veces, le tapa con una alfombra y le dice que duerma un ratito, que ella se quedará vigilando. (Los judíos aclaran en el Midrash que esta proeza sexual no fue pecado, ya que Jael lo hizo para agotar a su huesped, no por vicio.) En cuanto Sísara empezó a roncar, Jael agarró una estaca, que utiliza para fijar las carpas al suelo, y le atravesó la sien con la ayuda de un martillo.
Imagínense la cara del capitan Barac cuando llegó con sus hombres a la tienda de Jael, persiguiendo al fugitivo, y la joven señaló el cadáver, con el martillo aún en la mano y su deliciosa sonrisa de psicópata.
Es el momento de deleitar nuestros ojos con algunas representaciones artísticas de esta bella historia. Empecemos con dos miniaturas, una francesa y otra holandesa. Jael se ha convertido en una elegante dama medieval que ya no vive en una tienda, sino en una casa con cimientos. El que tenga este tipo de clavos tan a mano en su domicilio hace pensar que su marido y ella eran aficionados a salir de acampada los fines de semana.
En el siguiente grabado de Matthias Greuter, el artista se ha tomado una licencia “poética”. La bella Jael no ha tenido suficiente con hacerle una trepanación amateur a Sísara (podemos verla al fondo, junto a la tienda, dándole el golpe de gracia), sino que además le ha cortado la cabeza para llevársela, agarrada por las barbas, como recuerdo.
El óleo de Jacopo Amigoni, pintor italiano que acabó siendo director de la Real Academia de San Fernando de Madrid, es un tanto relamido en cuanto a las figuras, típicas del rococó, lo que choca radicalmente con la temática de la obra haciéndola, si cabe, todavía más cruel.
Acabamos con un cuadro pintado por Artemisia Gentileschi que, aunque no es una de sus mejores obras, encaja en la temática de muchos lienzos que pintó la artista italiana tras haber sido violada por su profesor de pintura, Agostino Tassi. Artemisia utilizaría los pinceles para exorcizar a sus demonios particulares, pintando a santas mártires, como Catalina de Alejandría, a mujeres víctimas de la lujuria de los hombres, como Lucrecia, o a heroínas que no se lo pensaban dos veces antes de dar el golpe de gracia para deshacerse de sus opresores, como la violenta Judit decapitando a Holofernes. Su Jael sigue esta misma línea.
Con ésta información ampliamos un poco más sobre quién pudo haber sido ésta mujer Yael.
Sus actos nos ponen a pensar en varios puntos críticos. Dice la Escritura en el capítulo 17 Sísara huyó a pie a la tienda de Yael, esposa de Heber ceneo; porque había paz entre Jabín rey de Asor y la casa deHeber ceneo.
Si había paz, por qué Yael lo engañó para poder matarlo? Matar a Sísara fue una intensión que aparentemente tuvo Yael desde el momento en que lo vio. No es honroso que una mujer casada introduzca a un varón a su casa sin estar su esposo presente, y aparentemente Jeber esposo de Yael no se encontraba en el lugar. Por encima de esto hay algo más que podemos pensar dados los hechos, y es que seguramenteYael era una mujer independiente, es decir, que ella tenía su propia tienda, lo que nos lleva a pensar que seguramente no era la única esposa de Jeber, ya que en las familias polígamas las mujeres tenían cada una su tienda en la que habitaban con sus hijos.
Como hemos hablado no podemos asegurar sobre el origen de Yael, ya sea kenita o Israelita, sin embargo vemos que ella tuvo que decidir o por librar a los cananeos o apoyar a los hebreos, evidentemente el hecho de que sísara haya llegado hasta su casa la puso en esa situación, pero vemos que ella fue muy determinante, no dudó ni un momento sobre qué hacer. Jabín rey de los cananeos y su gente estaban siendo enjuiciados por el Eterno, ya que efectivamente el Eterno entrega a los israelitas en manos de los cananeos para recibir corrección por haberse apartado de la Toráh, pero éstos hombres que sólo eran instrumentos para corregir a Israel terminaron por oprimirlos más de lo permitido, claro que además del pasado de éste linaje en algún momento debían recibir su juicio. El momento llegó en tiempos de Débora yBarak, pero definitivamente el Eterno usó a Yael para concluir con el juicio al pueblo cananeo.
Yael engañó a Sísara, pero Sísara había huido, era un fugitivo de guerra, Yael lo sabía, estaban en guerra, y todos sabían que el Eterno había ya juzgado a Jabín y su ejército en manos de Israel. Así que Yael tuvo que actuar, Sísara pidió pan y Yael le dio leche, pero ¿por qué leche? Está comprobado que la leche tiene un efecto sedante debido a un aminoácido que contiene, un médico lo explica así:
El triptófano es un aminoácido esencial (componente básico de las proteínas) necesario para la formación de melatonina y serotonina. Ambos neurotransmisores participan del ciclo del sueño. En la dieta, el triptófano se encuentra en alimentos tan variados como la leche, los plátanos, la carne o el pescado. La leche tiene un aminoácido llamado Triptófano que incrementa los niveles de Serotonina y Melatonina lo que disminuye la actividad cerebral.
El calcio de la leche relaja los músculos contraídos por causa de un día agitado. El triptófano de la leche tiene un efecto sedante y calcio, que ayuda a que el cerebro utilice el triptófano.
Mucha astucia! Yael sabía el “secreto” de la leche, así no haciendo uso de la fuerza sino de la sabiduría Yaelterminó haciendo justicia al pueblo que oprimió a Israel por 20 años!
A Yael la podemos comparar con Rajab (Rahab), ambas extranjeras (lo más seguro en el caso de Yael) arriesgaron sus vidas por contribuir a la victoria de los que no eran de su propio pueblo, ayudando a los israelitas a quienes en ambos casos era evidente que el Eterno había otorgado la victoria sobre sus enemigos.
Por qué si aparentemente Yael actuó con engaño trayendo a Sísara a su tienda pero con la intención de matarlo aún así Débora la llama bendita entre las mujeres?