Juventud, belleza, plenitud, calidad de vida. Sin duda se trata de conceptos que fueron cobrando fuerza en los últimos años. Hoy nadie se sienta a ver la vida transcurrir. Sin negar el paso de los años, llegar a la vida adulta ya no es sinónimo de deterioro, agotamiento o decrepitud, sino todo lo contrario.
Es escena cotidiana ver perfiles en las redes sociales de abuelos compartiendo sus experiencias y en eso, además, una cuestión de actitud, la ciencia tuvo sin dudas mucho que ver.
Científicos del Massachusetts Institute of Technology (MIT) encabezados por el doctor Leonard Guarente, identificaron un gen que protege al ADN.
El denominado Sirt 1 está presente con niveles óptimos de actividad en personas jóvenes, que naturalmente tienen una protección contra enfermedades que aumentan su incidencia con el envejecimiento, como colesterol elevado, hipertensión arterial, diabetes, resistencia a la insulina, obesidad, cáncer, Parkinson, Alzheimer, entre otras.
El gen en cuestión se localiza en el cromosoma 10 y se expresa mediante una proteína denominada sirtuina 1, que interviene en la silenciación y protección de otros genes.
Varios estudios sugieren que las sirtuinas humanas actúan como proteínas reguladoras intracelulares, y por esto son consideradas las proteínas del gen de la longevidad.
En definitiva, lo que los científicos descubrieron es que la falta de actividad del gen Sirt 1 se relaciona con el envejecimiento celular y el desarrollo de enfermedades asociadas con la edad, por ello popularmente se lo conoce como “el gen de la longevidad”.
Los telómeros (punta de los cromosomas) se acortan de forma natural con la edad, pero las conductas poco saludables como fumar, llevar una dieta desequilibrada, el sedentarismo, el estrés y la falta de sueño pueden hacer que se acorten antes, inactivando el gen Sirt 1 y acelerando los procesos de envejecimiento.
La buena noticia es que científicos del departamento de genética de la Universidad de Harvard demostraron que es posible volver a activar el gen de la longevidad.
Se sabe que un estilo de vida saludable y una actitud de vida positiva influyen en los niveles de expresión del gen Sirt 1, pero el activador del gen por excelencia es el resveratrol de síntesis original.
Para el ingeniero especialista en nutrientes brasileño Leandro Texeira, “el envejecimiento comienza desde la concepción, incluso la dieta de la madre puede predisponer al encendido y apagado de genes, por ello es elemental prevenir desde lo más temprano posible, con hábitos de vida saludables y actuar a través de nutrientes para proteger el ADN”.
No todos los resveratrol son iguales
Ante la pregunta de si todos los resveratrol tienen la misma capacidad para encender el gen Sirt 1, la respuesta en la que coinciden los científicos es que no.
A fines del año pasado en el congreso bianual de resveratrol celebrado en la Universidad de Leicester, en el Reino Unido, la doctora Karen Brown demostró la diferencia entre la absorción, pureza y metabolismo de distintos productos que existen en el mercado mundial, y recordó la importancia de diferenciar materias primas que tienen ensayos clínicos y aquellos que no.
Texeira viajó a la Argentina para dar conferencias sobre nutrientes a especialistas de la industria alimenticia de nuestro país y destacó que “se hace relevante marcar las diferencias de los efectos beneficiosos y contenido del resveratrol en vino, extractos y el original”.
Es de público conocimiento la recomendación que asegura que tomar dos copas de vino tinto todos los días es un hábito cardiosaludable por las cualidades antioxidantes de los taninos y flavonoides que la bebida posee. El vino contiene además resveratrol, como una sustancia que las plantas producen como mecanismo de defensa de las infecciones y plagas que pueden afectar a la vid.
Texeira explicó que si bien el conocimiento de los beneficios del resveratrol provienen de Francia, donde el consumo moderado de vino tinto ayudaba a mitigar los riesgos cardiovasculares asociados a la alimentación que llevaban en ese país, “las concentraciones necesarias para actuar en el ADN implicaría un consumo inadmisible de vino entre 60 y 70 litros dependiendo la cepa de la uva”.
Framintrol –tal el nombre con que el resveratrol de síntesis original se consigue en la Argentina– fue desarrollado por un laboratorio suizo que, según Texeira, “logró niveles de pureza del 99,9% con una estructura química capaz de activar el gen Sirt 1, y eso es clave para darles más vida a los años y disfrutar el paso del tiempo con buena calidad de vida”.
“Los extractos de resveratrol son preocupantes, ya que se desconoce los niveles de pureza, el tipo de estructura química que contienen y además traen generalmente contaminantes con efectos laxantes”, puntualizó el especialista.
Y si de disfrutar el paso del tiempo con calidad de vida se trata, el investigador de la Universidad de Harvard David Sinclair sostuvo que “el envejecimiento no es algo natural, sino una enfermedad que se puede tratar”. Para él, la dieta occidental y la sobrealimentación “aceleran los procesos de envejecimiento e inhiben la expresión de los genes Sirt 1, que tienen función reparadora”.
Y finalizó: “No nos importa tanto conocer todas las causas del envejecimiento, que va a demorar muchas décadas más, sino activar el gen Sirt 1 para reparar y cuidar nuestra salud, ya que estos genes estuvieron presentes en los organismos vivos, protegiéndolos, durante millones de años”.