**La antigua Fe de Valencia enfrenta sus dos últimas semanas**
La demolición completa de la última sección del edificio principal del antiguo hospital La Fe de Valencia ha comenzado. Este martes se iniciaron las obras y, en dos semanas, este emblemático centro, que fue una referencia nacional, se convertirá en escombros. Se espera que la torre principal desaparezca para la segunda semana de mayo, mientras que esta misma semana se retirarán las icónicas letras del letrero del hospital, inaugurado en 1968 y operativo hasta 2011, cuando los servicios se trasladaron al nuevo centro de Malilla.
Después de haber derribado recientemente las dos alas laterales del edificio, ahora le toca al cuerpo central. Esta mañana, las excavadoras empezaron los trabajos de derribo controlado. En primer lugar, se roció agua sobre la fachada para minimizar la dispersión de polvo. Durante las dos primeras semanas de abril, los técnicos realizaron trabajos de compactación de escombros para crear plataformas de trabajo, facilitando así la demolición.
Los trabajadores de la empresa Acciona han comenzado desde la parte superior de la torre. Se estima que, para mayo, el proceso de demolición, que lleva tres meses y medio, habrá finalizado. Tras este paso, comenzará el derrumbe del edificio de Rehabilitación, situado a la izquierda desde la avenida de Campanar, compuesto por tres alas de seis plantas cada una. En marzo se retiró el amianto y se tapiaron las entradas para garantizar la seguridad durante las obras. Se seguirá un enfoque similar al del edificio principal, comenzando por los pisos superiores para evitar generar polvo.
Este edificio se encuentra a pocos metros del nuevo centro de especialidades, lo que hace crucial su demolición antes de que el nuevo centro entre en funcionamiento, previsto para principios del siguiente año. Este forma parte del nuevo complejo sanitario Ernest Lluch, junto al centro de salud Campanar II, que entró en servicio en abril.



El siguiente paso será el derribo del edificio de Maternal, que consiste en una torre de diez plantas y un edificio anexo de tres pisos. Actualmente, se está procediendo a retirar el amianto para asegurar una demolición sin riesgos tóxicos. Según las previsiones, para mediados de 2026 estarán demolidas todas las edificaciones planificadas en esta fase. Sin embargo, algunas construcciones, como la Unidad de prevención de cáncer de mama, seguirán en pie y en funcionamiento, siendo utilizadas también para albergar a grupos de refugiados, incluido un grupo de familias ucranianas en el pasado.