La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha otorgado un contrato de emergencia destinado a monitorear la calidad de las aguas continentales para evaluar el impacto de las inundaciones provocadas por la gota fría a finales de octubre de 2024 en el territorio de su demarcación. Esta acción, que cuenta con un presupuesto de 280.000 euros, incluye la recolección de muestras de aguas superficiales y subterráneas, así como de sedimentos, en cauces y acequias alrededor de la Albufera y en varios puntos del lago mismo, según informó el organismo.
El propósito del monitoreo es analizar el efecto de las intensas lluvias sobre las masas de agua subterráneas y superficiales. Las precipitaciones causaron inundaciones sin precedentes, originando daños significativos en el dominio público hidráulico y transportando materiales y contaminantes de diversos tipos, además de vertidos urbanos e industriales descontrolados y la acumulación de materiales como lodos y escombros en áreas no preparadas, señalan desde la CHJ.
Basándose en informes del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que confirmaron la presencia de contaminantes en los sedimentos, la confederación ha iniciado un análisis exhaustivo para caracterizar el impacto del suceso del 29 de octubre en la calidad del agua. “Analizaremos cuidadosamente los contaminantes presentes en nuestras aguas y sedimentos. Los resultados facilitarán la comprensión de la evolución de estos contaminantes y su posible propagación hacia los acuíferos subyacentes, permitiendo tomar medidas para mitigar o prevenir sus consecuencias”, explica la Comisaría de Aguas.
Este contrato complementará los esfuerzos en curso de diversos programas de seguimiento del estado de las masas de agua, que realiza regularmente el organismo. “El contrato nos permite intensificar el seguimiento, con muestreos mensuales durante todo un año, y cubrirá una gama más amplia de contaminantes debido a los vertidos inusuales causados por la dana”, señalan desde la Comisaría.
Entre los parámetros de análisis, que se aplicarán tanto a aguas superficiales como subterráneas, se encuentran sustancias como plaguicidas, metales, compuestos industriales, hidrocarburos aromáticos, principios activos de medicamentos como carbamazepina, diclofenaco e ibuprofeno, PFAS, y plastificantes, incluidos ftalatos y otros alternativos.
Las actividades de muestreo incluirán aguas subterráneas y superficiales, sedimentos, y acequias en el entorno de la Albufera. Se han seleccionado puntos en las cuencas del Magro y del Poyo, altamente afectadas, además del lago de la Albufera. Los muestreos abarcarán cuatro puntos en el lago, 16 acequias y los sedimentos del final del barranco. También se controlarán tres puntos fluviales, dos en el río Magro y uno en el río Buñol, para estudiar los sedimentos. En cuanto a las aguas subterráneas, se tomarán muestras en 13 ubicaciones, incluyendo Requena, Utiel, Chiva, Alfafar, Quart de Poblet, Sueca y Cullera, entre otras.